Los nacidos a partir de 1982 son los trabajadores menos productivos, según un estudio
Puede deberse a que a los trabajadores que nacieron en España en los años 60 se les inculcó un mayor valor al trabajo, como consecuencia de las dificultades económicas y sociales de la época
Las personas que nacieron a partir de 1982, lo que se conoce como 'Generación Y'', ahora en plena incorporación al mercado laboral, son los trabajadores menos productivos a nivel internacional, según un estudio de la consultora Proudfoot Consulting en el que se recogen las opiniones de 1.500 directivos de 15 países.
Por el contrario, el informe señala que los nacidos entre 1970 y 1982 ('Generación X') son los más productivos en comparación con la 'Generación Y' y con los llamados 'baby-boomers', es decir, los nacidos en los años 60.
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En concreto, el 17,7% de los directivos encuestados opina que la 'Generación Y' es la más improductiva, con un rendimiento por hora trabajada inferior a la media mundial, mientras que el 11,6% cree que la menos productiva es la generación de los 'baby-boomers' y el 5% que apuesta por la 'Generación X'.
No obstante, las cifras varían de unos países a otros y están muy ligadas a las circunstancias de cada generación. Así, en España, sólo el 5,9% de los directivos considera que los 'baby-boomers' son los más improductivos, frente al 22% de Canadá.
La causa: una educación volcada en el trabajo
Según la consultora que ha elaborado este estudio, ello puede deberse a que a los trabajadores que nacieron en España en los años 60 se les inculcó un mayor valor al trabajo, como consecuencia de las dificultades económicas y sociales de la época. Por el contrario, en Canadá se vivía entonces una etapa de estabilidad política y económica que hizo que esta generación disfrutara de unas condiciones más favorables.
El informe de Proudfoot Consulting constata que la productividad de los españoles es muy baja pese a las muchas horas que pasan en la oficina. De hecho, la productividad en España avanza a tasas anuales inferiores al 1%, sólo por encima de Italia y Portugal. El año pasado, según la Comisión Europea, la productividad española aumentó un 0,8%, casi la mitad de la media de la UE-27 (1,5%).