Economía y negocios

Obama no consigue el apoyo republicano a su plan de rescate

El plan ha sido aprobado con un apoyo nulo del sector republicano. Wall Street ha recibido el proyecto de recuperación económica con una caída importante

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que desarrolla una intensa campaña para la aprobación del plan de estímulo económico, partía de una base para la recuperación económica profundamente bipartidista. El escaso apoyo le ha hecho vincular su continuidad política a la viabilidad del plan.

Obama se desplazó a Fort Myers, en Florida, la localidad más afectada de EEUU por los embargos de viviendas debido al impago de hipotecas, para reunirse con votantes y promover el plan, en un acto similar al celebrado el lunes en Elkhart (Indiana).

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En mitad de la sesión de preguntas y respuestas, Obama recibió la noticia de que el Senado había aprobado, por 61 votos frente a 37, el plan de estímulo, dotado con 838.000 millones de dólares y que el presidente asegura que creará o salvará entre tres y cuatro millones de empleos.

"Son buenas noticias", afirmó Obama, que no obstante matizó que "aún queda mucho trabajo por hacer", pues es necesario armonizar el proyecto de ley del Senado con el que ya aprobó hace dos semanas la Cámara de Representantes. El mandatario aspira a que la medida esté lista para su firma antes del 16 de febrero.

Bipartidismo frente a la crisis

En su intervención en Fort Myers, el presidente estadounidense -que desde su llegada a la Casa Blanca se ha volcado de manera cada vez más intensa en conseguir que el plan de estímulo salga adelante- reiteró la necesidad de dejar de lado la política y colaborar para hacer frente a la grave crisis económica.

"Crear puestos de trabajo y dar la vuelta a esta economía es una misión que está por encima del partidismo. Cuando arde la ciudad no miramos de qué partido es cada quien, agarramos una manguera", afirmó el presidente estadounidense.

Obama, recibido con numerosos vítores del público, reiteró su argumento de los últimos días de que si no se toman medidas EEUU "se sumergirá en una crisis que, en un momento dado, será mucho más difícil de resolver".

El plan de estímulo cuenta con la oposición de la minoría republicana, que no otorgó ningún voto a favor del proyecto de ley en la Cámara de Representantes y sólo tres en la votación en el Senado.

Los republicanos consideran que el plan despilfarrará el dinero sin crear demasiados puestos de trabajo y proponen a cambio más recortes de impuestos, la solución que en su día prefirió el presidente George W. Bush.

En sus declaraciones en Florida, Obama afirmó: "No podemos permitirnos las posturas, y las rencillas, y la vuelta a las mismas ideas fracasadas que nos llevaron a este lío en primer lugar".

Crisis inmobiliaria

El presidente, que también hablaba después de que su secretario del Tesoro, Tim Geithner, presentara en Washington las directrices del plan de rescate para el sector financiero, aludió también a la crisis inmobiliaria, que desató los problemas que se han extendido al resto de la economía.

Obama aseguró que "en un par de semanas" él mismo presentará un plan para ayudar a los propietarios de viviendas.

"A menos que atajemos esto de manera seria, no podremos poner a la economía por el camino que debe", declaró el presidente estadounidense, que adelantó que debe establecerse un sistema en el que los bancos se den cuenta de que la mejor solución muchas veces no es embargar las casas a quien no puede pagar la hipoteca.

El presidente estadounidense tiene previsto continuar a lo largo de esta semana su campaña a favor del plan de estímulo y el jueves se desplazará a Peoria, en Illinois, y otra localidad muy afectada por las pérdidas de empleo, para promover la medida.

 
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