El humo que libera el cigarrillo perjudica más que el que inhala el fumador
Así lo ha explicado la doctora Justa Redondo, presidenta del VIII Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo
El humo que libera al ambiente un cigarrillo de tabaco es más perjudicial para la salud que el que inhala el propio fumador, ya que desprende al aire sustancias tóxicas y cancerígenas como cianuro, amoniaco y monóxido de carbono.
Así lo ha explicado en un comunicado la doctora Justa Redondo, presidenta del VIII Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo que se celebra en Córdoba, quien ha recordado que respirar el humo del tabaco que fuman otros "eleva en un 30 por ciento o más el riesgo de enfermedad coronaria cuando la exposición se produce con frecuencia".
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Redondo ha incidido en que el tabaquismo pasivo puede ser causa de enfermedades pulmonares tan serias como cáncer de pulmón o del agravamiento de trastornos respiratorios tan frecuentes como el asma infantil. La presidenta del Congreso ha concretado que, si "peligroso resulta el humo que exhala el fumador", denominada corriente primaria, "mayor riesgo tiene el que procede de la combustión espontánea del cigarrillo", llamada corriente secundaria.
En este sentido, ha asegurado que varios estudios han comprobado que en la corriente secundaria hay mayores concentraciones de compuestos dañinos que en el humo inhalado por el propio fumador y luego liberado al ambiente. Dichos análisis han determinado la presencia de sustancias que causan cáncer, así como una mayor cantidad de alquitrán y nicotina, en el humo generado espontáneamente por la combustión del cigarrillo.
Además, el monóxido de carbono, que tiene "la particularidad de apropiarse del oxígeno de la sangre", puede ser de dos a quince veces más alto en este humo procedente de la corriente secundaria, que es el "más común en toda habitación o sala en la que se reúnen fumadores y no fumadores".
Redondo, ha incidido en que las personas expuestas al humo ambiental tienen entre un 25 por ciento y un 40 por ciento más riesgo de enfermedades como cáncer de pulmón, enfisema y cardiopatía isquémica y que este riesgo es mayor cuanto más tiempo pasan en ambientes de humo de tabaco.
Por otro lado, la experta en tabaquismo ha subrayado que los niños "son particularmente susceptibles a los efectos del tabaquismo pasivo" porque sus bronquios son mas pequeños y el sistema inmunitario esta inmaduro y menos desarrollado.
Por ello, ha explicado la especialista, es posible que padezcan "con mayor facilidad infecciones respiratorias y de oído cuando están expuestos al humo ambiental de tabaco", mientras que al respirar mas rápidamente que los adultos, inhalan "mayor cantidad de productos químicos peligrosos".
Asimismo, Redondo ha alertado de la "especial peligrosidad" durante el período de gestación, ya que el factor de riesgo más importante para el feto es que "su madre sea fumadora, más aún que beba alcohol".