Estrenamos década nueva, la de los ochenta. Estos años, que posteriormente se identificaran como de ebullición en la cultura española y con la movida madrileña, pero que entonces, en aquel 1980, tan sólo empezaba a gestarse. Este año nuestro rey vivía un momento emotivo. Los restos de su abuelo, Alfonso XIII, regresaban a España. Casi al mismo tiempo Pilar Miró era juzgada por un tribunal militar. Su película «El crimen de Cuenca» no había sentado nada bien en ciertos sectores. Todavía la sociedad debía evolucionar un poco. Avanzar tal y como lo hizo el hombre a lo largo de los siglos. Y como muestra de esta evolución está el cráneo de un homínido de ocho millones de antigüedad que fue encontrado en la provincia china de Yuman. La guerra fría también se dejaba ver y traslucir en el mundo del deporte. Los Juegos Olímpicos de Moscú sortearon varios obstáculos y posibles boicots. Cine y televisión Las series vivían su época dorada en Televisión Española. Entonces se estrenó «Fortunata y Jacinta» con, entre otros, Ana Belén como protagonista. También se reflejaba la vida del creador de «El Quijote» en la serie Cervantes. Fuera de nuestras fronteras reinaban otros géneros distintos. El periodista «Lou Grant» o «La Isla Fantasía» se hacían un hueco entre nuestros televidentes. Mientras tanto, una de las reinas del cine italiano, pero también europeo y hollywoodiense decidía ir espaciando sus intervenciones en el cine y dedicar más tiempo a su familia y su vida persona. Sofía Loren comenzaba a forjar la leyenda que ha llegado a nuestros días. Alaska, Sabina y Trigo Limpio La música se transforma y se moderniza. Los nuevos ritmos empiezan a convivir con la música de siempre. Así, mientras que Alaska graba su primer single con Hispavox, ese conocido «Horror en el hipermercado» , Paloma San Basilio hacía lo propio con el músical «Evita». Joaquín Sabina también sacaba un LP, «Malas Compañías» aunque lo que realmente cantaban los españoles, en un ingles más o menos correcto era el «Souper Trouper» de Abba. Eso cantaban, pero lo que lloraban era la muerte de John Lennon en Nueva York a manos de Mark David Chapman.