Berlusconi compara los centros de detención de inmigrantes con campos de concentración
El primer ministro italiano opina que es más humano devolver a los inmigrantes a su lugar de origen que dejarlos entrar en Italia
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, declaró hoy que los centros de detención de inmigrantes son muy similares a "campos de concentración" y aseguró que es más humano devolver a los inmigrantes a Libia que dejarlos entrar en Italia. "Creo que es mucho más fácil (...) analizar las situaciones particulares en el país de origen, de lo contrario vienen y acaban en un centro que -no debería decir esto-, es muy parecido a un campo de concentración", estimó el 'premier' italiano.
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A pesar de estas declaraciones, el Gobierno de Italia pretende duplicar el número de centros de detención hasta llegar a 20 y los ha rebautizado como 'Centros de Identificación y Expulsión'. A su vez, el Parlamento decidió la semana pasada triplicar el tiempo que una persona puede permanecer internada en estas instalaciones, con lo que ahora podrán estar recluidas durante seis meses.
Pésimas condiciones
Las ONG denuncian la saturación, las malas condiciones higiénicas y en algunos casos los abusos policiales sufridos en estos centros, especialmente en el que está situado en la isla de Lampedusa, donde desembarcan la mayoría de los inmigrantes africanos. La Liga Norte, que forma parte de la coalición gubernamental, describió en una ocasión este edificio como un "hotel de cinco estrellas".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, determinó tras reunirse con Berlusconi que la prioridad debe ser evitar que se produzcan desastres humanitarios en el mar y reforzar las patrullas marítimas para prevenir las migraciones a través del Mediterráneo. No obstante, Barroso matizó que deben respetarse los derechos de aquellos que solicitan asilo.
En este sentido, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) sostiene que cientos de las personas deportadas en las últimas semanas por Italia eran solicitantes de asilo, por lo que ha pedido a las autoridades que permitan su vuelta al país.
El año pasado Italia aceptó cerca de la mitad de las solicitudes de esta naturaleza presentadas por los inmigrantes. Tanto algunas ONG pro Derechos Humanos como las organizaciones católicas y el Vaticano han criticado duramente la política de deportaciones de Berlusconi.