Un supremacista de 88 años ataca a tiros el Museo del Holocausto en Washington
El asaltante había denunciado en su página web la existencia de una conspiración judía para acabar con la raza aria
El autor de los disparos de este lunes en el Museo del Holocausto de Washington DC es un anciano antisemita que cree en la supremacía de los blancos y forma parte de una red de grupos extremistas, según informa la prensa estadounidense.
El sospechoso, que ha resultado herido en el tiroteo y se encuentra en un hospital de la zona bajo custodia policial, ha sido identificado como James von Brunn, de 88 años y residente en el estado de Marylad, según la cadena CNN.
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El anciano tiene una página web en la que asegura que es un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que estuvo en prisión por un incidente en 1981 y en la que, entre otras cosas, denuncia la existencia de una conspiración judía para acabar con la raza aria.
En el interior del museo
Al parecer todo comenzó poco antes de la 13.00 horas (19.00 horas en España), cuando el hombre entró armado en el interior del museo y disparó contra un guardia de seguridad y posteriormente otro agente abrió fuego contra el agresor.
El lugar donde se registró el incidente, uno de los puntos de atracción turística de la explanada del 'Mall' de la capital estadounidense y a escasa distancia de la Casa Blanca, fue inmediatamente rodeado por agentes del FBI y por patrullas de la policía metropolitana.
Un muerto y dos heridos
La policía precisó que el guardia de seguridad ha muerto tras el tiroteo después de ser trasladado al George Washington University Hospital para ser atendidos de sus herida, según el Washington Post. El agresor también resulto herido.
Una tercera persona resultó herida en el tiroteo pero no por arma de fuego sino por la rotura de algunos cristales. Fue atendida por los servicios de emergencia en el lugar de los hechos y no tuvo que ser trasladada al hospital.
Cuando produjeron los disparos había mucha gente en el interior del museo, incluido un grupo de estudiantes de un colegio de Washington. "De repente escuchamos una explosión y nos pidieron que nos tiráramos al suelo", afirmó el profesor que acompañaba a los alumnos.