Un centenar de trabajadores piden ante el Congreso la continuidad de Garoña
Unos 40 activistas entregan una simbólica llave a Industria para cerrar la central
Día de concentraciones a favor y en contra de la continuidad de la central nuclear de Garoña. Por una partem, cerca de un centenar de trabajadores de la central de Burgos se han concentrado en los aledaños del Congreso de los Diputados para pedir al Gobierno que no cierre dicha planta porque es "segura".
Los manifestantes, que cantaban "Garoña crea empleo, más que Zapatero", "Garoña es segura, continuidad", "Zapatero escucha, Garoña está en la lucha", aseguran que si el Gobierno cierra esta central nuclear antes de 2019 "el PSOE incumpliría su programa electoral".
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En las cuartillas que los trabajadores repartían a los viandantes, se explica que el programa con el que los socialistas concurrieron a las elecciones generales de 2008 establecía el cierre ordenado de las centrales "al final de su vida útil" y el Consejo de Seguridad Nuclear ha manifestado que la vida útil de Garoña finaliza en 2019. De este modo, los empleados consideran que si los socialistas quiere cumplir su programa electoral, el Gobierno no debería cerrar la planta antes de 2019. Además, recuerdan al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que el cierre de la planta "quitaría el trabajo a más de mil familias".
Una llave para cerrar la central
Casi a la par, cerca de 40 activistas de Ecologistas en Acción y Greenpeace ataviados con monos blancos se delante del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y han hecho la entrega simbólica de una llave para cerrar "inmediatamente" la central burgalesa.
"Pedimos el cierre inmediato porque es una central insegura, con un montón de grietas en la vasija y en el circuito de refrigeración, y además porque es sobradamente amortizada y no es necesaria en absoluto para abastecer el suministro eléctrico español", ha explicado el coordinador de Ecologistas en Acción, Luis González Reyes.
Por su parte, el responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, ha solicitado al presidente del Gobierno que sean "coherentes" con su compromiso de cerrar las centrales nucleares. A su juicio, hay una demanda social "muy grande" para su cierre y considera que lo que hay en juego es la codicia de las empresas privadas Endesa e Iberdrola, dueñas de Nuclenor, para seguir lucrándose con la central.
En cuanto a la posibilidad de que los trabajadores de la central pierdan sus puestos de trabajo, han señalado que el desmantelamiento de Santa María de Garoña dará "el doble de puestos de trabajo" que los que hay ahora en plantilla. "Con lo cual hablamos de creación de puestos de trabajo durante 10 ó 15 años, que es lo que costará desmantelarla", ha puntualizado González.
Igualmente, ambas organizaciones pidieron que Enresa financie un programa de reconversión industrial en la zona que garantice los puestos de trabajo con una industria "sostenible". "Con las renovables tal y como está ahora la demanda energética sería más que suficiente. Lo que produce Garoña en estos momentos representa un tercio de la energía que exporta España. Por lo que la central es absolutamente prescindible", han añadido.