El avión de Air France que se precipitó al Atlántico el pasado 1 de junio cuando cubría la ruta Río de Janeiro-París con 228 pasajeros a bordo «no se destruyó en pleno vuelo y parece que chocó con la superficie del agua en línea de vuelo con una fuerte aceleración vertical», según el primer informe preliminar presentado hoy por la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA, según sus siglas en francés). Se seguirán buscando las cajas negras El responsable de la BEA encargado de presentar el informe, Alain Brouillard, ha explicado en rueda de prensa que la investigación continúa y que se seguirán buscando las cajas negras del aparato hasta el próximo 10 de julio. Asimismo, ha indicado que el análisis de los mensajes Acars (Aircraft Communications Adressing and Reporting System) del avión siniestrado indican una «incoherencia en la velocidad medida» por los sensores (pitots). También ha asegurado que el Airbus A330 no presentaba ningún problema técnico antes del despegue y que la situación meteorológica en la zona de convergencia intertropical donde se produjo el accidente era «típica de la estación en torno al Ecuador». Mensaje de alerta en Madrid y Brest El informe revela que a lo largo del vuelo se recibieron un total de 26 mensajes procedentes del aparato siniestrado, los dos primeros poco después del despegue hablaban de un problema en los baños, y otros 24 se emitieron entre las 2.10 horas y 2.15 horas. El último contacto con el aparato se produjo a 1.35 horas y entre las 8.00 y las 8.30 el centro de control regional de Madrid y de Brest desatan la fase de alerta al no tener tener noticias del avión. A las 12.14 un avión despega de Dakar hacia Cabo Verde para salir en busca del Airbus de Air France. Así, el análisis, todavía en curso, de esos mensajes Acars parece pues mostrar una «incoherencia en la velocidad medida» y en concreto un mensaje sobre el propio pitot. En general, y fuera del contexto de este accidente en concreto, un fallo de los sensores implican que el piloto automático se desconecta, se pierde la dirección de vuelo, los cálculos característicos de velocidad no se ven reflejados en el panel de mandos y el gobierno de la nave se ve limitado. Sin embargo, ese mensaje sobre el pitot «no quiere decir que el avión no pueda pilotarse sino que se vuelve al pilotaje manual clásico». Dijo también que el A330 no presentaba ningún problema técnico antes del despegue y que la situación meteorológica en la zona de convergencia intertropical donde se produjo el accidente era «típica de la estación en torno al Ecuador». No llevaban chalecos salvavidas En cuanto a las tareas de búsqueda, el informe indica que de momento se han recuperado 51 cuerpos, todos ellos trasladados a Brasil y más de 600 restos del aparato, en concreto 640 que proceden de diferentes zonas del avión desde la parte delantera hasta la trasera, entre ellos partes del interior de la cabina y trozos de asientos. Bouillard ha informado igualmente de que no se han hallado chalecos salvavidas hinchados, lo que puede ser un indicador de que los pasajeros no estaban preparados para un amerizaje.