Las autoridades estadounidenses que investigan la muerte del cantante Michael Jackson sospechan que el Rey del Pop murió a causa de un potente fármaco administrado por su médico personal, el doctor Conrad Murray, según una fuente cercana a la familia del fallecido y que conoce los detalles de los informes policiales citada por la cadena CNN. Murray, a quien el entorno de Jackson ha llegado a acusar de provocar la muerte del intérprete de Thriller, habría administrado al artista Propofol -conocido con el nombre comercial de «Diprivan»- un fuerte sedante usado en hospitales y cuya sobredosis resulta prácticamente mortal. El médico se encontraba en la residencia de Jackson cuando éste murió, el pasado 25 de junio. Los abogados del médico personal rechazaron comentar a estas últimas informaciones. El entorno de Murray salió al paso sin confirmarlas ni desmentirlas, alegando que no comentarían «rumores, insinuaciones o fuentes anónimas». No obstante, desde la muerte del cantante los abogados del doctor siempre han insistido en que éste nunca prescribió o administró a Jackson nada que pudiese haberle matado. Aun así, las autoridades mantienen su cerco sobre Murray, como lo demuestran los registros realizados la semana pasada en su consulta y en una oficina. Además, la Policía ha entrevistado al médico en dos ocasiones e incluso había fijado un tercer interrogatorio para el pasado día 24, aunque quedó pospuesto. Datos reveladores sobre el médico Quienes llegaron a la mansión del cantante, han indicado que «el médico Conrad Murray se comportó de forma extraña», según informa la página de espectáculos TMZ.com. Fue difícil lidiar con Murray, el médico personal de Jackson, ya que estaba «estorbando», asevera el portal. Además, la fuente indica que las autoridades están analizando la teoría de que Murray habría administrado el medicamento Propofol al cantante y salió de su cuarto, y al volver lo encontró sin vida. Los miembros de los servicios de emergencias indicaron que cuando llegaron a la casa del Rey del Pop lo encontraron con una inyección intravenosa en uno de sus brazos y un tanque de oxígeno vacío. Asimismo, querían declarar muerto al cantante en su residencia, pero el doctor insistió en que el artista fuera llevado al hospital. Las fuentes que cita TMZ aseguran que el centro médico de UCLA suspendió las prácticas de resucitación porque era obvio que ya estaba muerto. Sin embargo, Murray continuó suministrándole los primeros auxilios, lo cual resultó curioso para los galenos que estaban presentes. Por otro lado, se supo que dos mujeres entraron en el consultorio de Murray el día de la muerte de Jackson para llevarse entre tres y cinco cajas con documentos, y que habían alquilado el lugar dos meses antes a nombre de Murray. Los dueños del local aseguraron que el alquiler fue pagado con la tarjeta de crédito del médico. Las dos mujeres llegaron a la unidad médica de Murray, donde había cajas, muebles y otros artículos, a las 9:22 de la mañana (hora de Los Ángeles), es decir tres horas antes de que se realizara la llamada al número de emergencia 911.