Internacional

Correa inicia su segundo mandato como presidente ecuatoriano

Un nuevo mandato con poderes reforzados y el desafío de que los coletazos locales de la crisis financiera global no le impidan profundizar su "revolución socialista"

En el nuevo período de gobierno de cuatro años, Correa apelará a reformas en sectores clave de la economía para obtener mayores ingresos para sus millonarios proyectos sociales y aumentar el control estatal en áreas privadas, gracias a los mayores poderes que sumó en una nueva Constitución aprobada el año pasado. "Vamos a profundizar y radicalizar la revolución ciudadana (...) Nada ni nadie detendrá el huracán de soberanía y dignidad", dijo recientemente Correa ante cientos de sus seguidores.

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En una muestra del reciente endurecimiento de su discurso, Correa hasta amenazó con responder militarmente a Colombia si repite una incursión como la que realizó el año pasado para atacar un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano en el que murió el 'número dos' de la guerrilla, 'Raúl Reyes', y que llevó a Quito a romper relaciones con Bogotá.

Además, el mandatario, con una popularidad del 50%, tiene que decidir si declara la suspensión del pago o si renegocia la deuda externa con organismos multilaterales por considerar que tienen indicios de "ilegitimidad". Correa ya renegoció parte de la deuda externa del país, el miembro más pequeño de la OPEP, con ese argumento.

Tras más de dos años en el cargo y cinco triunfos consecutivos en las urnas desde que asumió la Presidencia, en 2007, el carismático economista educado en Estados Unidos y Europa, ha renegociado agresivamente con multinacionales y acreedores buscando términos más beneficiosos para uno de los países más pobres de la región.

Ahora promete mano dura con las firmas extranjeras por "abusos" al país y con grupos económicos privados locales, entre ellos medios de comunicación, banqueros y empresarios, a quienes acusa de pretender desestabilizar a su Gobierno.

La crisis, el peor enemigo

La dolarizada economía ecuatoriana afronta los efectos de la crisis mundial, lo que obligó al Gobierno a recurrir a nueva deuda externa para proteger la inversión en salud, educación e infraestructura, base de la popularidad de Correa.

Pese a contar con unos 2.500 millones de dólares por crédito con multilaterales regionales y una negociación petrolera con China, la crisis mundial podría trastocar los planes oficiales porque está mermando los ingresos por ventas de crudo y envío de remesas de miles de ecuatorianos inmigrantes.

"La crisis es el peor enemigo porque le reduce la posibilidad de manejar recursos con relativa facilidad", explicó Francisco Rocha, director de la consultora ecuatoriana Informark.

Recientemente, el Gobierno ha aumentado las ayudas estatales directas para miles de ecuatorianos sumidos en la pobreza, quienes ven al mandatario como la mejor opción para mejorar sus difíciles condiciones de vida.

Correa incluso se ha planteado la expropiación de las tierras improductivas para distribuirlas entre comunidades indígenas para su utilización con créditos blandos y asesoría técnica.

 
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