Qué fue de... Hans Krankl
El ex jugador del F.C. Barcelona es ahora el entrenador del LASK austriaco
Leyenda del fútbol austriaco, su entrega, su buen hacer y el gran compromiso que siempre tuvo con el Barça, le hicieron valerse el cariño y la admiración de todo el barcelonismo
Hans Krankl nació en Viena (Austria) el 14 de febrero de 1953. Como muchos niños, empleaba sus horas libres en darle patadas a un balón junto a sus amigos. La carrera del austriaco siempre estuvo marcada por el éxito ya que con sólo 17 años se incorporó al Rapid de Viena. En 1974 se da a conocer a nivel internacional gracias a su potencial y su capacidad goleadora. Ese año debuta con la selección austriaca y consigue la Bota de Plata con 36 goles.
Bota de Oro
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Delantero centro con gran visión de juego, desempeña su puesto a la perfección, lo que le convierte en uno de los mejores jugadores europeos de los años 70. Fue en la temporada 1977/78 cuando le llega el salto a la fama. Por aquel entonces, el delantero centro militaba en las filas del Rapid de Viena, y ese año consigue la Bota de de Oro europea que le acredita como máximo goleador de todas las ligas europeas tras anotar 41 goles, algo que no pasa desapercibido para muchos clubes que fijan su interés en el austriaco.
Por si fuese poco, esa temporada, Hans Krankl disputa el Mundial de Argentina, convirtiéndose en uno de los máximos goleadores con sus cuatro dianas.
Difícil comienzo en la Ciudad Condal
Como era de esperar, muchos clubes se interesan por el delantero que ya había demostrado con creces su capacidad goleadora y su gran sentido del oportunismo en el área. Dos equipos españoles: el F.C. Barcelona y el Valencia C.F. se disputan al austriaco, pero es finalmente el equipo de la Ciudad Condal el que se hace con los servicios del futbolista, cuando Josep Lluís Núñez, recién elegido presidente culé, ofrece la generosa cantidad 70 millones de pesetas al Rapid. Evidentemente, los austriacos, al escuchar la cifra, no tienen ninguna duda.
Así es como Hans Krankl llega a Barcelona, que además tiene ante sí una dificilísima tarea: sustituir a Johan Cruyff, ídolo por excelencia de la afición blaugrana.
Balón de Plata
Sin embargo, poco tardó el austriaco en ganarse todo el cariño de las miles de personas que acudían cada fin de semana al Nou Camp gracias a su entrega y acierto.
Tal fue así, que a los pocos meses de vestir la camiseta azulgrana recibe el Balón de Plata, premio que le acredita como el segundo mejor futbolista europeo, sólo superado por el inglés Kevin Keegan. Su primera temporada en la Liga española fue perfecta. El austriaco marcó 29 goles y se llevó a casa dos nuevos trofeos: el Pichichi, que le acredita como máximo goleador de la Liga, y la Bota de Bronce, como tercer máximo anotador europeo.
El éxito de la Recopa
La siguiente temporada fue especialmente buena para el Barça. El equipo supera todas las eliminatorias de la Recopa, incluida la histórica remontada ante el RSC Anderlecht belga en semifinales, de la que formó parte muy positiva. El equipo se planta en la final disputada en Basilea (Suiza) y la conquista tras vencer al Fortuna Düsseldorf alemán, convirtiéndose el delantero en el héroe de la 'machada'.
Héroe dentro y fuera del campo
Pero la historia tiene su aquel. Días antes de que se disputara la final, Krankl pasa por uno de los peores momentos de su existencia. Un aparatoso accidente de coche está a punto de costarle la vida a su mujer, especialmente, y a él. La esposa del ucraniano es ingresada en un hospital barcelonés en estado muy grave. La afición culé apoya al futbolista en los momentos más difíciles, y además, quizás, de la mejor forma posible. Cientos de seguidores se acercan hasta el hospital donde permanece ingresada la mujer de Krankl para donar sangre y hacer guardia a la espera de noticias. Finalmente, y como ya había ocurrido anteriormente en su faceta deportiva, el sacrificio y la fortuna están de lado de la pareja, y la mujer se recupera.
Sin embargo, aún en el hospital, y con un Krankl , visiblemente afectado, llega el día de la gran final. Pese a todo pronóstico, el austriaco decide disputarla, como muestra de agradecimiento a la solidaridad y el cariño recibido por los hinchas blaugranas. Y bien que lo devolvió. En la prórroga, Krankl anota el cuarto y decisivo gol que le da la ansiada Recopa al F.C. Barcelona.
Vuelta a casa
Sin embargo, y pese a su gran actuación en la final, la temporada siguiente no comienza nada bien para el futbolista. Su enfrentamiento con el entrenador del aquel entonces, Joaquín Rifé, provoca su cesión al First Viena mediada la Liga. Su sustituto sería Roberto 'Dinamita', que nunca llegó a rendir al nivel esperado y apenas jugó 10 partidos con el Barça.
Con la llegada al banquillo de Ladislao Kubala en la temporada 1980/81, una nueva oportunidad se abre para Krankl, ya que es el propio Kubala quien solicita su reincorporación. Sin embargo, su bajo rendimiento y la llegada de Helenio Herrera, como sustituto del húngaro como entrenador, precipitó su salida del club blaugrana. El Barça ficha al alemán Bernd Schuster para ocupar su plaza, y al asturiano Quini. Mientras tanto Krankl vuelve al club que le vio crecer como futbolista, el Rapid de Viena, aunque se marcha, eso sí, llevándose consigo todo el cariño de la afición culé.
Una vida marcada por los galardones
Tras retirarse como jugador profesional, se saca el carnet de entrenador. Comienza así su carrera por los banquillos que le han llevado por varios equipos de su país. En 2002 se hace cargo de la selección austriaca, puesto que desempeña durante tres años antes de ser cesado del cargo debido a no conseguir la clasificación para el Mundial de 2006. En la actualidad entrena al LASK austriaco. A lo largo de toda su vida, Krankl ha recibido numerosos galardones, y no sólo en lo que al fútbol se refiere. Hace unos años, el ex delantero recibía un premio del Club de la Moda vienés por su estilo de vestir.
Este delantero típico, con la caña siempre a punto para aprovechar cualquier oportunidad que se le presentaba, nos sorprendió también hace dos años cuando nos mostró su faceta como cantante en el canal de televisión del club blaugrana, un club al que nunca ha podido olvidar. Garra, profesionalidad, carisma y un gran compromiso hicieron de Krankl un jugador inolvidable para la afición culé, que aún recuerdan con añoranza su prodigiosa pierna izquierda y su terrorífico chut.