España se moviliza para ayudar a Filipinas, asolada por el tifón 'Ketsana'
El Gobierno español enviará un avión con ayuda humanitaria para los casi dos millones de afectados
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España se moviliza para ayudar a Filipinas, asolada por un tifón que ha costado la vida a unas 300 personas y ha afectado a casi dos millones más. Nuestro país fletará a través de la Agencia española de Cooperación Internacional para el Desarrollo un avión con ayuda humanitaria de primera necesidad valorada en un millón de euros para ayudar a Filipinas a salir de la situación catastrófica en la que se encuentra tras el paso del tifón Ketsana.
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Una aeronave con capacidad para transportar 36 toneladas de ayuda es el granito de arena que aportará España para que Filipinas recupere la normalidad tras el paso del último tifón. Potabilizadoras de agua, material higiénico y de cocina de primera necesidad como papel higiénico, pañales, detergente, líquidos para el aseo personal, cacerolas y menaje de aluminio, así como material de cobijo, como plásticos y tiendas de campaña, será la aprte fuerte de la ayuda.
Parte del material lo pondrá la AECID y el resto serán aportaciones de ONG y comunidades autónomas y ayuntamientos, que ya han respondido favorablemente en el caso de Madrid, Galicia y Córdoba. La secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez, ha estimado en un millón de euros la ayuda movilizada por el Gobierno en sólo tres días. Al margen del avión, la AECID desembolsó en un primer momento 150.000 euros para que su oficina en Manila comprara alimentos en el mercado local y los distribuyera entre la población.
El impacto de los tifones
'Ketsana' es, claramente, una manifestación de las consecuencias de la falta de acción internacional para afrontar los impactos inmediatos del progesivo cambio climático", ha declarado a la prensa el principal negociador sobre el clima del Gobierno filipino, Heherson Álvarez.
Álvarez participa en un encuentro de Bangkok donde comparte cita con la presencia de delegados de 180 países. Debaten la reducción de las emisiones, los objetivos financieros sobre el clima y las transferencias de tecnologías energéticamente limpias antes del próximo mes de diciembre, cuando se cumple el plazo para la aprobación de un tratado más exigente que sustituya al Protocolo de Kioto.
Filipinas sufre unos 20 tifones al año. Según Álvarez, la velocidad de los vientos ha aumentado en las tres últimas décadas. "En principio, hace treinta años las tormentas tenían unos vientos de unos cien kilómetros por hora, pero ha aumentado su agresividad desde los 100 a los 150 y las tormentas incluso se han acercado a los 200 kilómetros por hora", ha explicado.
No obstante, en el caso de 'Ketsana', lo que ha llamado la atención, según Álvarez, es la relativa lentitud del viento, que ha contribuido a que las lluvias fueran más fuertes de lo habitual. Según los expertos, la intensidad de las lluvias es un efecto previsible del cambio climático.