Qué fue de... Camarasa
El que fuera capitán del Valencia C.F., es ahora el delegado del filial del equipo ché, el Valencia-Mestalla
Garra, fuerza, coraje y profesionalidad. Así se podría definir a Francisco José Camarasa. Uno defensa con grandes dotes para sacar el balón jugado y con destreza a la hora de llegar al corte.
Francisco José Camarasa Castellar nació el 27 de septiembre de 1967 en Rafelbuñol, Valencia. Pese a ser aún muy pequeño, pronto descubrió las grandes virtudes que tenía para el balompié gracias a las tardes enteras que pasaba en el parque dándole patadas a un balón. Puede que también ayudara la figura de su padre, Vicente Camarasa Constante. Aquél capitán del Levante UD que consiguió llevar al equipo por primera vez en su historia a Primera División española.
Grave lesión
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Sin embargo, Paco Camarasa, como se le conoce en el mundo del fútbol, cambió el Levante de su progenitor por el Valencia C.F. Es en la cantera ché donde se forma como futbolista y donde permanecerá hasta el fin de sus días como profesional de este deporte.
El defensa no pasó por buenos momentos durante su etapa juvenil. Una grave lesión con 17 años casi le aparta de lo que más ama: el fútbol. Camarasa se rompía la tibia de la pierna derecha al pisar, sin fortuna, un balón, pero gracias al esfuerzo y al tesón que demostró el valenciano en esos momentos hizo que meses más tarde volviera a pisar un terreno de juego.
La calidad que demostraba el joven jugador en el equipo filial no pasa desapercibida para el equipo técnico del primer equipo, que en 1988 decide incorporarlo a la plantilla. Comienza así una carrera plagada de éxitos y buenas tardes de fútbol guardadas para el recuerdo en Valencia.
Despegue futbolístico
Su llegada al primer equipo se podría definir como el calentamiento a lo que más tarde veríamos en Mestalla. Camarasa jugaba poco, sí, pero cuando lo hacía no dejaba más que detalles de calidad que no estaban ocultos a los ojos del club.
Tal fue su rendimiento y progresión que en cosa de dos años consigue hacerse con un puesto titular en el once inicial, algo que tardaría mucho en dejar. Dueño absoluto de la zaga ché, se caracteriza por su gran habilidad para sacar el balón jugado así como de entrar al corte, algo muy diferente a lo que hacía su compañero en el centro de la defensa, Fernando Giner.
Sin embargo, y pese a la calidad que destilaba de sus botas, no cuenta con muchos goles en su haber ya que no solía incorporarse al ataque.
Su carácter en el terreno de juego, fuerte y ordenado, así como su entrega y amor a este club, le valieron la capitanía del equipo compartida con Fernando Gómez Colomer.
Como internacional
Como cabía esperar, su buen quehacer en el equipo de la capital del Turia hizo que pronto recibiera la llamada de la selección. Y de nuevo, no defraudaría.
Camarasa debuta como internacional el 8 de septiembre de 1993 frente a Chile, y como ya le había ocurrido en el Valencia C.F., pronto se hizo con un puesto titular en la defensa nacional, haciendo un gran trabajo junto a sus compañeros durante el Mundial de Estados Unidos 94.
Un adiós injusto
La mala suerte que le persiguió con las lesiones cuando era un chaval, regresa en la temporada 1996-97. Unas lesiones de las que Camarasa nunca llegó a recuperarse plenamente, y que junto a la llegada de Claudio Ranieri al banquillo ché, le relegaron al banquillo de forma definitiva.
Ese año el Valencia alza la Copa del Rey, pero no es Camarasa quien levanta el trofeo sino el nuevo capitán, Gaizka Mendieta.
Parecía que la suerte iba a estar de cara de nuevo para el defensa con los cambios en el banquillo, pero nada más lejos de la realidad. Con Héctor Cúper la cosa fue incluso a peor, ya que Camarasa fue descendido al filial tras unas declaraciones en las que expresaba una opinión muy en desacuerdo con el trabajo del mister. Un episodio que le hace replantearse su futuro futbolístico. Finalmente, el valencianista decide colgar las botas.
Continúa ligado al Valencia
Pese al mal recuerdo de sus últimos años en el equipo, el amor que procesa el zaguero al Valencia continúa intacto con el paso de los años, el mismo que le tienen a él todos los aficionados a este club que tanto disfrutaron durante su etapa como jugador.
Ahora Paco Camarasa es el delegado del filial del equipo ché, el Valencia-Mestalla.