España, finalista del Europeo de Fútbol Sala
La selección española ganó a la República Checa (8-1) y se jugará el título contra Portugal el sábado a las 20:30 horas
La selección española de fútbol sala alargó su dominio en el ''Viejo Continente'' al conseguir sentenciar su presencia en la final del Europeo de Naciones, que se celebra en Hungría, tras deshacerse con autoridad (1-8) de la República Checa, lo que le permite disputar su sexta final y luchar por su quinto entorchado.
El conjunto de José Venancio López se acercó a la perfección y fue gracias a su fútbol de salón y combinaciones. Cualquier adjetivo asociativo sirve para definir a esta selección que ejecuta sus pases con escuadra y cartabón, de forma magistral. El equipo, además, mandó un recado a la UEFA, después del esperpento vivido en las semifinales.
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El penalti de Javi Rodríguez todavía le dolía al cuadro español, que salió como un obús a por los checos. España no tuvo problemas, llevó el peso del encuentro y manejó al conjunto centroeuropeo a su imagen y semejanza. Buen parte de culpa la tuvo Carlos Ortiz, ''cum laude'' en los primeros compases del envite.
No obstante, el primer gol fue obra del gran capitán. El culé Javi Rodríguez consiguió su gol número 98 como internacional gracias a un certero cabezazo tras un pase que nació en las botas del inconmensurable Kike. Estaba hecho lo más difícil, los checos sabían que sus posibilidades habían desaparecido en cinco minutos.
Fue entonces cuando España abusó de la posesión del balón como mecanismo de defensa. La ''roja'' tenía el esférico y se despreocupaba de su rival, atenazado sobre la portería del meta Gercak. Así fueron llegando los tres siguientes tantos, todos ellos antes de alcanzar el descanso. Ortiz aprovechó un pase de tacón de Fernandao y Amado hizo el cuarto desde su arco.
Fútbol espectáculo
En la segunda mitad, España no rebajó su halo de grandeza. La tetracampeona de Europa apostó por la continuidad de su estilo, con un pívot movible que otorgara velocidad al equipo. Entró entonces en acción el gran Borja Blanco. El ex de Móstoles hizo gala de la clase que atesora y, con una tranquilidad pasmosa, estableció el quinto con un enorme recorte.
Era todo un festival, pero faltaban los tantos de Fernandao y Daniel, sobre todo de éste último, que disputa su último compromiso con la selección tras un largo servicio de expediente inmaculado. Ambos acabaron cumpliendo, éste último por partida doble, y cerraron la fiesta con una sensación que ya se ha repetido hasta en seis ocasiones.
La República Checa tuvo su particular premio con el gol de Dlouhy, que maquilló el marcador, más propio de una fase de clasificación, que de una semifinal de un certamen europeo. España salió, jugó, se divirtió y ganó. España ya piensa en Portugal -a quién ganó por 6-1 en el grupo inicial- para levantar su quinto entorchado continental. La reina de Europa no quiere, ni debe dejar de serlo.