El Gobierno afgano cree que la muerte de civiles es injustificable
Veintisiete personas mueren en una ofensiva aérea de la OTAN en el sur de Afganistán, al ser confundidas con insurgentes talibanes
La misión de la OTAN en Afganistán, la ISAF, ha vuelto a cometer un nuevo error con consecuencias trágicas. Veintisiete personas murieron este domingo en una ofensiva aérea en el sur del país.
Según ha explicado la OTAN en un comunicado, los tres autobuses en los que viajaban fueron confundidos con un convoy de presuntos talibanes que se disponían a lanzar un ataque contra las fuerzas afganas y occidentales.
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El gobierno afgano ha condenado con firmeza lo ocurrido. Errores como este "son inaceptables e injustificables" y suponen un gran obstáculo en la lucha contra el terrorismo, ha dicho el portavoz del Ministerio del Interior afgano Zemarai Bashary, quien además le ha exigido a la OTAN una mayor coordinación y planificación de las operaciones que se lleven a cabo en Afganistán.
Por su parte, el jefe de la misión de la ISAF, el General McChrystal, ya le ha pedido disculpas en persona al presidente afgano Hamid Karzay. McChrystal es consciente de que equivocaciones como la de anoche suponen una pérdida de confianza entre la población afgana.
Recuperar el apoyo de la población es, según el general, uno de los principales objetivos de las tropas occidentales y para ello van a "redoblar" sus esfuerzos.
Este incidente se ha producido fuera de la operación Moshtarak que desde el día el 13 de febrero la OTAN está llevando a cabo en la provincia sureña de Helmand y en la que ya han muerto al menos 16 civiles al ser confundidos con insurgentes.