Los demócratas, seguros de tener el apoyo suficiente para aprobar la reforma sanitaria
Si finalmente la Cámara aprueba la versión del Senado, sólo restará la firma de Obama para su aprobación final y definitiva y que se convierta en ley
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la totalidad de su equipo de negociadores han ultimado ya los flecos para garantizar lo que puede ser el mayor éxito de su legislatura. La aprobación del nuevo modelo de cobertura sanitaria sólo será el prolegómeno del gran desafío de su administración: la implantación de un sistema económico regulado hasta un nivel casi desconocido y la culminación de la ideología del Partido Demócrata en los primeros años del siglo XXI.
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Estamos ante dos votos sobre cuestiones de procedimiento porque la única forma que tenían los demócratas de aprobar esta reforma era mediante una vía extremadamente compleja y, aunque parezca extraño, hay que debatir y votar primero enmiendas al proyecto de ley que se aprobó en el Senado y después el conjunto final será sobre el conjunto de ese texto redactado en la otra cámara.
Pase lo que pase hoy, el Senado tendrá que votar también en los próximos días, aunque allí la mayoría siempre está garantizada. La votación de hoy tendrá lugar en plena madrugada, hora española, pero en realidad da igual porque Obama tiene ya los votos garantizados.
A Obama le hacían falta 216 y tenía sólo 214 hace unas horas pero ha conseguido ocho más mediante una concesión que para algunos es escandalosa: va a firmar una orden ejecutiva que prohíbe el uso de fondos federales para la práctica del aborto, a cambio que voten a favor de la ley ocho congresistas demócratas antiabortistas.
Ley de consecuencias sociales y políticas
Se trata de una ley decisiva porque tiene consecuencias sociales y políticas. En primer lugar, la reforma va a afectar a todos los estadounidenses porque reorganiza por completo el sistema de salud, gestionado en su mayoría por compañías privadas que hasta hoy se han movido prácticamente sin regulación alguna. Eso hacía que pudieran subir las cuotas mensuales sin justificación o negarle la contratación de un seguro a un paciente por estar enfermo.
Hay que tener en cuenta que el 60% de las bancarrotas declaradas en EEUU son por parte de gente que pierde todo su dinero en el pago de facturas médicas y afecta a todos porque incluye también lo que más ha exasperado a los republicanos, obligando a quienes tienen dinero para contratar un seguro lo contraten o si no serán multados. Por contra, quienes ganen menos de 22.000 dólares anuales recibirán ayudas para sus coberturas médicas.
En cuanto al aspecto político de esta nueva ley sanitaria, de no haber salido adelante podría haber supuesto consecuencias extraordinarias para el prestigio de Obama pero incluso ahora, pese a una victoria, puede dejar secuelas porque el partido demócrata tiene un espectro político muy amplio y esta reforma es un gasto excesivo para muchos y, en cambio, otros piensan que rompe la promesa electoral de crear un seguro público universal. Los primeros efectos se verán en las elecciones legislativas de noviembre.
- <a name="despiece1"></a>Detalles de la reforma