Guardacostas de EEUU prenden fuego a la mancha de crudo en el golfo de México
Los Guardacostas de EUU provocaron un "incendio controlado" para tratar de frenar la expansión de la mancha de crudo
El pozo donde se produjo la fuga, que se sumergía hasta 1.525 metros bajo el nivel del mar y frente a la costa de Lousiana, ha creado una mancha de aceite brillante y de petróleo cuyas dimensiones son ligeramente superiores al tamaño de todo el estado de Virginia Occidental.
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El incendio controlado comenzó a las 17.00 horas (medianoche del jueves en España), aseguró un portavoz de los Guardacostas. Varias embarcaciones se ocuparon de reunir segmentos dispersos de la mancha e introducirlos dentro de una especie de corral cuyas paredes están construidas por material ignífugo. El recinto flotante fue trasladado hasta una zona remota en alta mar, donde comenzó a prenderse fuego al vertido.
Los Guardacostas han asegurado que pretenden realizar "incendios pequeños y controlados" sobre las trazas de petróleo reunidas, que tardarán en quemarse alrededor de una hora. La petrolera británica BP, compañía propietaria del pozo, está dedicando millones de dólares al día en lo que ha llamado la mayor operación de la historia para controlar una fuga contaminante, en la que trabajan decenas de barcos y aparatos aéreos.
"No descansaremos hasta que hayamos hecho todo lo necesario para tener la situación bajo control", señaló el responsable de comunicación de BP, Andre Gowers, comparando la consistencia de la mancha con la del "té helado" y su grosor con el de un cabello humano.
La plataforma, gestionada por Deepwater Horizon, explotó y se derrumbó la semana pasada, dejando once trabajadores desaparecidos cuya búsqueda quedó suspendida el viernes pasado y a los que se da por muertos, mientras que otros 115 fueron rescatados. Por el momento sigue sin conocerse la causa de la explosión.
A mediodía del miércoles, el contorno de la mancha se situaba a 37 kilómetros de la costa de Louisiana, cerca de los frágiles estuarios del delta del Mississipi, donde habitan bandadas de cisnes y otras aves, que podrían haberse visto alcanzadas por el vertido mañana viernes, señaló Charlie Henry, experto de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica.