El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se encuentra reunido de urgencia para analizar el ataque de Israel sobre la flota internacional que intentaba hacer llegar 10.000 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. La mayoría de los integrantes del consejo han pedido «explicaciones» a Tel Aviv, pero Estados Unidos, que también las ha solicitado, ha recordado que la flota ha vulnerado las reglas internacionales de transporte de ayuda. El representante israelí ante el Consejo de Seguridad ha mantenido que los soldados actuaron «en defensa propia» y que los motivos de los organizadores del convoy «eran de todo tipo menos humanitarios». Daniel Carmon ha lamentado profundamente la pérdida de «vidas inocentes», pero ha puesto por delante la seguridad del estado de Israel. La Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Katherine Ashton, ha pedido una investigación inmediata de lo ocurrido. El Consejo de Seguridad está estudiando un segundo borrador de condena a Israel en una sesión que ha sido convocada por Turquía, El Líbano y la Autoridad Nacional Palestina. Es una declaración presidencial en la que se pide «una investigación transparente, rápida, independiente y creíble de conformidad a los estándares internacionales». El encuentro se produce ya bajo presidencia mexicana, que asume la dirección del organismo este 1 de junio.. Durante la madrugada, China y Japón han condenado los hechos, y el gobierno nipón ha exigido que las pesquisas sean «transparentes». La OTAN también estudiará los hechos Además, el Consejo del Atlántico Norte (CAN) celebrará este martes una reunión de urgencia a nivel de embajadores después de que Turquía solicitara el encuentro para abordar el asalto militar israelí. La reunión está convocada para las 14.30 horas en el cuartel general de la Alianza Atlántica en Bruselas y estará presidida por el subsecretario general de la organización, el general italiano Claudio Bisognero, dado que el máximo responsable de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, se encuentra en Riga. El principal barco de la flotilla solidaria, el «»Mavi Marmara«», es de nacionalidad turca, al igual que la principal ONG implicada en la iniciativa, la fundación humanitaria IHH (Insani Yardim Vakfi). De las casi 600 personas que viajaban a bordo del barco, unos 400 eran turcos y se cree que la mayoría de los activistas internacionales fallecidos son de esta nacionalidad.