El mejor Zapatero en su peor momento

Análisis del director de informativos de la SER de la entrevista al presidente del Gobierno en 'Hoy por hoy'

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El presidente del Gobierno ha reconocido en la Cadena SER que ha aprendido muchas cosas en estos 6 años en Moncloa y se le nota. Ha tenido que aprender de los errores, ha aprendido de los disgustos y ha comprobado que gobernar es mucho más duro de lo que pensaba y más cuando las cosas se tuercen.

Zapatero atraviesa sin duda su peor momento político, en vísperas de una huelga general contra su política, con los sindicatos pidiendo su dimisión, sin aliados en el Congreso y con su autoridad en entredicho en el PSOE de Madrid. Todo el mundo habla de su frialdad pero han tenido que dolerle los gritos de ayer en Vistalegre.

Sin embargo, hoy, en la primera entrevista que concedía a un medio español en 6 meses, ha estado tranquilo, sólido, seguro y convencido de lo que está haciendo. Seguirá adelante con las reformas aunque parezca estar completamente sólo y está persuadido de que España necesita todas las reformas en marcha para no volver al borde del precipicio.

Zapatero vuelve a estar otra vez en el alambre como en el proceso de paz o en el Estatut. Lo malo para él es que su credibilidad está mucho más dañada por no haber reconocido la crisis y haber tardado mucho en tomar medidas. ¿Qué pasa ahora si la huelga general es un éxito? ¿Qué pasa si le gana Tomás Gómez? Y sobre todo, ¿qué pasa si no hay acuerdo con el PNV y no hay presupuestos?

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Por supuesto, el optimista Zapatero está convencido de que la huelga general no supondrá el fin del dialogo con los sindicatos; está seguro de que habrá acuerdo con el PNV y confía en la victoria final de Trinidad Jiménez. ¿Le seguirá acompañando su suerte?

Zapatero me ha parecido hoy más convencido que nunca de seguir y volver a presentarse: confía en que la recuperación se consolide a principios del año que viene y ese será seguramente el momento de volver a reinventarse con un cambio profundo de gobierno, incluido.

Es seguramente la última carta que le queda. El PP le da por acabado pero pueden llevarse una sorpresa. Por cierto, no le hemos hecho ni una pregunta sobre Rajoy. ¿Será porque el gobierno tiene demasiados frentes abiertos o también porque seguimos sin saber qué haría Rajoy en la Moncloa?