Indignación en Barajas
Crónica de un aeropuerto sin controladores
Miles de personas deseaban desde hace tiempo que llegara este puente para poder salir de la ciudad y darse un respiro. Muchos no volverán a tener vacaciones hasta dentro de un tiempo. Otros, estaban simplemente de paso pero con ganas de llegar a casa. Ninguno entendía lo que estaba pasando este viernes en el aeropuerto de Barajas.
Indignación. Esa sería la palabra que definiría el ambiente que se vivía esta noche en Barajas. Indignación porque ellos no tienen la culpa. Indignación porque ellos han estado mucho tiempo ahorrando para poder irse de viaje. Indignación porque les daban informaciones contradictorias e indignación porque no entienden esta huelga.
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Paco estaba ya subido en el avión cuando le han hecho bajar. Fernando viajaba a Buenos Aires para reunirse con su familia. Blanca no conoce París y su hija, aprovechando que tenía estos días libres, le iba a llevar. Paula tiene 7 años y era la primera vez que iba a viajar en avión. Un grupo de 16 personas tenía un tour programado por Argentina y van a perder el dinero de todo el viaje. Es más, parte del grupo tuvo suerte y salió un día antes. Un chico sirio explica como tiene que volar porque le tienen que operar de la cara, mientras, un señor mayor alemán intenta llamar en una cabina a su país, pero algo falla. No logra hablar. Las colas y los gritos van en aumento a medida que pasa el tiempo y las soluciones cada vez son menos.
Entonces es cuando llega la resignación: "Tendremos que pasar aquí la noche", "nos hemos apuntado a una lista de espera", "voy a perder todo el dinero del viaje"... mientras van buscando un lugar del aeropuerto para dormir o, los de mejor ánimo, tomar una copa para "ahogar las penas". Sí, la resignación llega pero la indignación no desaparece.
Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...