La destrucción de una gran luna creó los anillos de Saturno
Según un estudio con simulaciones numéricas
Científicos del Instituto de Investigación Southwestern en Boulder (Estados Unidos) presentan en la edición digital de la revista 'Nature' una explicación sobre el origen de los anillos de Saturno.
Los investigadores afirman que los anillos helados de Saturno se formaron por la acción de las fuerzas gravitatorias planetarias sobre una gran luna a medida que ésta migraba hacia el interior, despojando a la luna de la capa externa helada y dejando un núcleo rocoso que finalmente se perdió al chocar con el planeta gigante. Estos descubrimientos se derivan de los resultados de simulaciones numéricas.
Más información
El origen de los anillos de Saturno no ha sido explicado de forma adecuada. Una teoría propone que son subproductos de una pequeña luna que derivó dentro de los límites de Saturno y que fue interceptada mucho más tarde por un cometa. Sin embargo, esto no concuerda con la composición de los anillos de Saturno, que tienen más de entre un 90-95 por ciento de hielo de agua y hubiera necesitado un flujo mucho mayor de cometas de lo observado.
Aunque Júpiter tiene cuatro grandes lunas, Saturno tiene sólo una, Titán, por lo que es probable que existieran más satélites grandes en Saturno. Los científicos, dirigidos por Robin Canup, utilizan hidrodinámicas de partículas suavizadas para simular la separación de la capa helada gruesa de una luna del tamaño de Titán.
Un anillo de hielo
Las colisiones mutuas entre los fragmentos helados habrían dirigido las partículas a un anillo de hielo, inicialmente mucho más masivo que los actuales anillos de Saturno. Con el envejecimiento del Sistema Solar, las colisiones con meteroides habrían dejado los anillos de hielo menos masivos descubiertos en la actualidad.
Canup sugiere que este modelo puede evaluarse utilizando las mediciones planificadas para el final de la misión Cassini. Los descubrimientos podrían explicar el origen no sólo de los anillos de Saturno y las lunas más interiores sino también los de los sistemas de anillos y lunas que rodean los planetas gigantes.