No puede durar para siempre

Consejo de Ministros extraordinario para prorrogar una medida tan extraordinaria... como que no se había visto nunca en todos los años de democracia. El estado de alarma decretado después de la rebelión de los controladores el pasado puente de la Constitución va a prorrogarse hasta el próximo 15 de enero, así lo quiere el Gobieno y así va a ser aprobado en el Congreso, aunque todavía no conozcamos todos los apoyos con los que cuenta.

Quiere el Gobierno una Navidad en paz, y como no se fía de los controladores, la prórroga del estado de alarma da tranquilidad. Pero es una decisión que debe ir acompañada de muchas explicaciones. Pensar en una prórroga sólo porque no se fían de un colectivo que no parpadea mientras chantajea a los ciudadanos es una explicación insuficiente. Si hay prórroga quiere decir que no hay garantías de paz en los aeropuertos, y si no hay garantías de paz es porque no hay acuerdos ni hay una solución.

El estado de alarma no puede durar para siempre, esta prórroga debe ser la última, pero para cuando acabe, el Gobierno debe tener claro cual es su plan, cual es la solución al conflicto. Porque lo que la ciudadanía aceptó sin rechistar pensando que era necesario, y como medida de firmeza puntual ante unos controladores que jugaron con los pasajeros y con todo el país, se puede volver en contra del Gobierno si este es incapaz de encontrar la vía de salida y una solución definitiva al conflicto.