Un año de estrella, estrellas y estrellados

El silbato apenas se escuchó, pues el balón ya rodaba atravesando la red entre la nube de casi 85.000 espectadores congregados en las gradas del Estadio Soccer City. Era el minuto 115 de los compases finales de una exhausta prórroga. Andrés Iniesta, ese pequeño dibujante de poesía y geometría, ponía el 0-1 a favor de España en su primera final en un Mundial, sin suerte frente a la vulgaridad. Fue el mejor momento deportivo de todo 2010.

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Al hablar del Mundial de Sudáfrica resultan complicadas las ponderaciones o las perspectivas. Se vuelve al sentimiento matriz, la alegría iniciática de aquel 11 de julio, eterno. España se convertía en campeona del mundo, "prestigiando un fútbol de calidad" como decía entre vítores el bueno de Del Bosque al término de la final contra Holanda. Por un día, incluso semanas, se abandonaron en nuestro país las soflamas nacionalistas, las reivindicaciones partidistas y la crisis económica se aparcó. Teníamos la estrella.

Que vivimos en la edad de oro del deporte español es indiscutible. En motociclismo los talentosos Jorge Lorenzo, Toni Elías y Marc Márquez sellaron el 7 de noviembre en el circuito de Cheste otra instantánea para la historia, la del primer triple español en motos. Lorenzo expulsó del trono de la categoría reina, Moto GP, a il dottore, el hexacampeón del mundo, Valentino Rossi.

Por su parte, Rafa Nadal confirmó su reinado en el tenis, recuperando el número uno de la ATP tras firmar esta temporada tres Grand Slams y entrar en la selecta lista de siete campeones con los cuatro grandes entre sus vitrinas. Pocos presagiaban un año tan soberbio del manacorí, que comenzó titubeante, arrastrando la lesión de su rodilla derecha en el Abierto de Australia.

El Barça no solo triunfó en fútbol, con la consecución de la Liga y con un juego supremo, selecta obra de orfebrería; también lo hizo en la Euroliga de baloncesto. Siete años después, París coronó al Regal Barça como el mejor equipo de Europa tras fulminar al Olympiacos.

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Pero tras los gozos llegaron las sombras, que firmaría Torrente Ballester. El final de año arrojó en España la tenebrosa riada del dopaje, que se lleva tras de sí a ídolos caídos, mitos en entredicho, como Alberto Contador, tricampeón este año del Tour de Francia; o Marta Domínguez, campeona del mundo en 3000 metros obstáculos. Positivo con clembuterol y 'operación Galgo', respectivamente. "Una década de resultados clamorosos que ha lanzado al deporte en España al firmamento mundial y sobre el cual hoy cuelga, cuando menos, la opresiva sombra de la sospecha", resumió Eugenio Capadacqua en el periódico italiano 'La Repubblica'.

De príncipes y monarcas

En el panorama internacional, nueva hornada de campeones en algunos deportes y más de lo de siempre en otros. El mayor exponente del cambio generacional fue el alemán Sebastian Vettel, que a sus 23 años, 4 meses y 11 días se convirtió en el campeón del mundo de Fórmula 1 más joven de la historia. Fernando Alonso tuvo que confirmarse con la segunda posición en esta temporada en la que se timbró su próspero enlace con Ferrari.

Tras 281 días de reinado, el golfista Tiger Woods perdió el número uno mundial el 1 de noviembre, a favor del inglés Lee Westwood. El 2010 termina, además, como su primer año con el casillero vacío, ni una sola victoria.

También apareció un nuevo monarca en atletismo, el joven keniano David Rudisha, elegido como "atleta del año". Rudisha rompió dos veces, en menos de una semana, el récord mundial de los 800 metros lisos en poder de Wilson Kipketer desde hacía 13 años.

Pero la regularidad se impuso en otras disciplinas como en la NBA, dónde Los Angeles Lakers amansaron a los Celtics logrando su 16ª corona, segunda con un Paul Gasol que jugó una última final de absoluta leyenda, quedándose a las puertas -Kobe Bryant mediante- de lograr el MVP. Y Estados Unidos recuperó su hegemonía mundialista tras adjudicarse la final del Mundial de Turquía en el ostentoso cierre del torneo en Estambul.

En los compases finales del 2010 se miró también a los futuros 2018 y 2022. A Rusia y Qatar. La candidatura ibérica para albergar el Mundial de 2018 con Portugal se quedó a las puertas. La FIFA puso rumbo al Este, allí donde sale el sol y los petrodólares brillan. "Hemos tomado decisiones históricas en términos de geopolítica deportiva. La Copa Mundial va a explorar otras culturas en otras regiones, y yo sólo puedo alegrarme de ello", expresó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

¿Qué podemos esperar de 2011?

El 2011 puede ser el año del retorno de monarcas caídos como Rossi, que abandonará el corral de Yamaha, donde ya no habrá muros ni cambios de última hora. También de Federer que en manos de Paul Annacone, su nuevo entrenador, termina el 2010 mostrando el nivel de juego de mejores tiempos.

O de Usain Bolt que frenó en seco su excelsa trayectoria cuando, el 6 de agosto, el estadounidense Tyson Gay le infligía en Estocolmo su primera derrota en dos años. Tras sus primeros síntomas de vulnerabilidad, volverá al Mundial de Atletismo de Corea del 2011 con sed de venganza.

Y en fútbol, el Inter de Milán luchará por mantener su corona Europea, sin Mourinho al mando y en una crisis que ha terminado con la destitución de Rafa Benítez. Tarea difícil si se analiza el juego endosado en lo que va de competición por numerosos rivales, con los equipos españoles, como casi siempre, a la cabeza.