El mundo del ballet en 'Cisne Negro'
Natalie Portman, nominada al Oscar por esta película, se sometió a un intenso entrenamiento que por lo que se ve en este vídeo dio resultado
'Cisne Negro', que con cinco candidaturas a los Oscar, se estrena en España el 18 de febrero
"Como realizador, Darren es un obseso de los detalles", afirma el coguionista Mark Heyman. Pero son sus actores los que acaban sometidos a la tiranía de los detalles. Introducirse en el mundo del baile fue todo un reto para el equipo de rodaje y para ello Aronofsky reclutó a una compañía de ballet dirigida por el coreógrafo Benjamin Millepied, estrella de la danza del New York City Ballet y creador de coreografías de ballet mundialmente reconocido. Millepied se metió de lleno en el proyecto. "Estuve presente en todo el proceso, y los actores me sorprendieron mucho", afirma.
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"Para Darren era verdaderamente importante mantenerse fiel al ballet de 'El lago de los cisnes' real", afirma Millepied. "Pero ambos sabíamos que era imposible formar a alguien para ser primera bailarina en seis meses, por tanto, nos esforzamos mucho en elegir movimientos concretos para Natalie y Mila que funcionaran en la película. Natalie ya había tomado clases de danza antes de conocerme y había recibido alguna formación en la infancia, pero Mila no tenía ninguna formación en absoluto. Afortunadamente, Darren posee un gran conocimiento de lo que es la danza, lo cual hizo mi trabajo mucho más fácil".
Para Portman y Kunis supondría un intenso entrenamiento. Un entrenamiento dirigido por un equipo de profesores de ballet, que incluía a la legendaria Georgina Parkinson, principal bailarina del Royal Ballet y directora del American Ballet Theatre durante 30 años, que desgraciadamente falleció justo dos semanas antes de que finalizara el rodaje de la película. Todos ellos indujeron a Portman y Kunis a hacer cosas con sus cuerpos que no sabían que fueran posibles, y a ambas les supuso un enorme coste físico. "Me gusta mucho la danza y pensé que iba a ser muy divertido tener que bailar para hacer mi trabajo", recuerda Portman. "No tenía ni idea de lo agotador que iba a resultar".
El esfuerzo y las lesiones
El agotamiento no constituyó ni siquiera la mitad del trabajo. Tanto Portman como Kunis tuvieron que luchar contra las lesiones y el cansancio provocado por el sobreentrenamiento a contra-reloj para estar listas en el momento del rodaje. ''Dos roturas de ligamento y un hombro dislocado más tarde, yo me preguntaba, ¿Pero qué estoy haciendo?'', comenta Kunis entre risas.
Portman, que bailó más del 90% de sus escenas, también sufrió una dolorosa lesión de costilla mientras se entrenaba. "Fue bastante importante porque tuve que sufrirla durante casi la mitad de rodaje", admite Portman. "Pero resulta difícil quejarse cuando ves que los bailarines profesionales no dejan de bailar. Bailan constantemente con graves lesiones, como esguinces de tobillo. Están acostumbrados a bailar con dolor".
A pesar de las dificultades, ambas actrices fueron tan expertamente adiestradas que llegaron a sentirse más potentes y seguras como bailarinas. "Yo creo que ha sido lo más difícil que he hecho y haré en toda mi vida", admite Kunis. "También creo que al ballet no se le reconoce el mérito de ser una de las actividades físicas más duras del mundo. Pero lo realmente increíble es cuando te das cuenta de que todo ese duro trabajo y sufrimiento puede llegar a producir un arte que parece hecho de forma totalmente natural".