Sólo el lado oscuro de las lesbianas
Hollywood acepta los roles homosexuales, pero se trata de personajes trastornados con problemas
Los Chicos Están Bien: Anette Bening y Julianne Moore se besan en pijama mientras ven la tele abrazadas con sus hijos adolescentes. El Cisne negro: Natalie Portman siente espasmos de placer mientras sueña que Mila Kunis le besa el pubis y se despierta carcomida por la culpa. ¿Quién ganará el Oscar? Natalie Portman.
¿Por qué? Es imposible hacer el psicoanálisis a los 6.000 académicos americanos, pero está claro que a Hollywood le inquieta la homosexualidad vista con normalidad. En cambio, en los últimos años abundan actrices con papeles de mujeres de sexualidad atormentada y que acaban con premio.
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En 2003, Charlize Theron se llevó el Oscar por meterse en la piel - y los dientes- de la asesina en serie de Monster, una prostituta de carretera real que mataba a sus clientes después de haber sido violada y prostituida desde los 13 años. Su amante acabó siendo su delatora, un siniestro personaje que interpretó Christina Ricci.
Otra actriz que alcanzó la gloria - su primer Oscar- gracias a un papel de mujer de sexualidad retorcida fue Hillary Swank en Boys Don?t Cry (1999). Ganó sólo 3.000 doláres por embutirse en los pantalones negros de Brandon Teena, una joven que murió asesinada y violada por sentirse y vestirse como un hombre.
En el caso de los hombres, la homofobia en Hollywood también está bien arraigada. En 1993, Tom Hanks ganó el Oscar por su papel de gay enfermo de sida en Philadelphia, y muchos creyeron que ya habían caído las murallas de la intolerancia.
Sin embargo, en 2006 después de que Ang Lee hubiera recogido su Oscar a mejor director por Brokeback Mountain, y esperaba entre bambalinas para recibir de mejor película, cayó como una losa el título de Crash como ganador vergonzante. El conservadurismo de Hollywood fue otra vez más fuerte que una historia de amor de hombres en un western.