La gran mayoría de los 60.000 religiosos que hay en España son autónomos
Hasta la llegada de democracia, los curas y las monjas no tenían seguridad social en España
Hasta la llegada de democracia, los curas y las monjas no tenían seguridad social en España. Sendos reales decretos regularon ese acceso en 1977 y 1982 encuadrando a cada colectivo en función de su actividad.
El trabajo de frailes y monjas se asimiló al de autónomos, y el de los sacerdotes, al de asalariados. Treinta años después, la situación no ha cambiado mucho.
Aunque algunas congregaciones se han incorporado al régimen general de la seguridad social, la gran mayoría de los 60.000 religiosos que hay en España son autónomos y cotizan sólo a efectos de jubilación.
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Son las congregaciones las que asumen la manutención de sus religiosos y en el caso de quienes tengan un trabajo externo, por voto de pobreza, no pueden disponer de su sueldo de forma individual sino que lo ceden a su orden.
El sueldo de un obispo
En cuanto a los sacerdotes y obispos, cotizan por el salario mínimo interprofesional y es la Conferencia Episcopal la que paga su seguridad social. La asignación de cada cura oscila entre los 800 y los 1.000 euros, y asciende a los 1.200 euros en el caso de los obispos.
No cotizan ni por baja laboral ni por paro aunque son de los pocos colectivos en España que no deben preocuparse por esa última posibilidad, ni siquiera en tiempo en de crisis.