Patatada de bacalao
Hay recetas que, de repente, surgen como de la nada y tienen un éxito clamoroso. Una de mis favoritas, genial y sofisticada en principio, y luego tremendamente popular es esa de: pan, pan y en medio una loncha de jamón. Eso que hoy vulgarmente conocemos como bocadillo de jamón. Claro, ahora nos parece una tontería pero pasaron siglos hasta que algún anónimo cocinero llevó a cabo esta receta. Oye, y que luego se le ha copiado mucho: pan, pan y chorizo; pan, pan y calamares... Por no hablar de su posterior evolución, el sándwich, que es como un bocadillo para gente sin dientes. Pero claro, como antes no había Madrid Fusión, ni estrellas Michelín, el inventor del bocadillo de jamón no es conocido. Es un héroe anónimo. Muchas dudas genera también la paternidad de esa otra receta impostora y sublime: la tortilla de patatas hecha con patatas de bolsa. Hay quien se la atribuye a Adriá, pero parece bastante más antigua. En cualquier caso, otra genialidad. Pero curiosamente esta, se ha quedado sólo en tortillas, y yo creo que la mezcla de huevo y patatas de bolsa tiene muchas posibilidades. Yo me he atrevido con una variante, con patatas fritas de bolsa, huevo y bacalao, pero al horno. Rica está, lo demás, que la historia me juzgue.
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Ingredientes: 1 envase de ensalada de bacalao con pimientos (yo lo he encontrado en el Mercadona), 1 bolsa de patatas fritas (cuanto más ricas mejor), 1 huevo, perejil.
Preparación: en un bol batimos un huevo. Vamos echando patatas fritas de la bolsa, con cuidado de que no se rompan, y vamos dejando que se impregnen de huevo. Se trata de que cojan una capa, no de que se nos deshagan. En una cazuelilla de barro pequeña, hacemos una cama con las patatas fritas embadurnadas, dejando algunas más de pie por el borde, en plan murallita, que luego con el huevo doradillo quedan estupendas, y le ponemos por encima el bacalao con el pimiento rojo que trae. Salpicamos con un poco del huevo batido que nos ha sobrado un poco por encima, y al horno que tenemos precalentado a 180 grados. En unos 5 minutos (que se vea cuajadillo el huevo) estará. Las patatas con el huevo quedan doradillas, pero blandas, y cogen además un sabor del bacalao y los pimientos de auténtico escándalo. Adornamos con un poco de perejil, una gota de aceite rico sobre el bacalao y a comer.
La patatada de bacalao de Falsarius Chef
03:11
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