¿Será China más verde en cinco años?
Greenpeace asegura que, aunque Pekín invierte mucho en energías limpias, ha rebajado sus objetivos de eficiencia energética por presión del lobby industrial
Según el Banco Mundial, 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están en China. Antes de los Juegos Olímpicos de 2008, Pekín hizo muchos esfuerzos por reducir la contaminación. Pero, ¿siguen en pie aquellas medidas? Hoy la capital china es, junto con México DF, la ciudad más contaminada del mundo. Lo más preocupante es que los coches y las fábricas son sólo una parte del problema.
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Hace dos semanas, los niveles de contaminación en Pekín se dispararon. Como muchos otros días, la capital china amaneció envuelta en una niebla blanquecina y espesa que apenas dejaba entrever los edificios. La Embajada de Estados Unidos, que calcula los índices de contaminación de manera independiente y los publica en Internet, aseguró que salir de casa era muy arriesgado. Los niveles de partículas nocivas superan en 10 veces los considerados peligrosos por la Unión Europea.
La falta de viento, unida a la subida de las temperaturas y a la proximidad del Desierto del Gobi -a veces se producen tormentas de arena-, son parte de las causas del smog pequinés. Pero también las centrales térmicas cercanas a la capital (China sigue dependiendo en un 70% del carbón) y el aumento del parque automovilístico: el año pasado salieron a la carretera 2.000 coches nuevos cada día. En tres años, el número de coches ha aumentado tanto en Pekín que siempre parece hora punta.
La segunda economía del mundo se dice dispuesta a darle un giro verde a su crecimiento. Sus emisiones de CO2 aumentaron un 32,5% entre 2006 y 2009, según la Administración Americana de Información sobre Energía (EIA, siglas en inglés). Miles de fábricas contaminantes se han cerrado y China pretende reducir entre un 40 y un 45% su consumo de energía por unidad de Producto Interior Bruto entre 2005 y 2020.
Sin embargo, para organizaciones como Greenpeace China, los esfuerzos son insuficientes y el Partido Comunista sigue anteponiendo la economía al medioambiente. "No creemos que el objetivo de eficiencia energética que ha fijado el gobierno sea suficiente, porque permitirá que China siga emitiendo mucho CO2 a la atmósfera y contribuyendo al cambio climático", asegura Peng Cheung, responsable de campañas de Greenpeace China.
Según fuentes de Greenpeace, China no reduce más sus emisiones por presión de los gobiernos locales, y estos por presión de la industria. En Henan, el centro del país, se ha preferido desplazar a 15.000 personas antes que cerrar un complejo de fundiciones de plomo que emite gases cancerígenos. De hecho hay decenas de los llamados pueblos del cáncer, donde los niños tienen niveles de plomo en sangre 25 veces más altosde lo normal. Muchas empresas y gobiernos locales ofrecen cifras inexactas de sus emisiones contaminantes. Algunos ni siquiera las publican.
Pesticidas prohibidos
Incluso más nocivo para el medioambiente que las fábricas es la agricultura. Millones de campesinos usan pesticidas y fertilizantes prohibidos en Occidente. El lobby industrial, por su parte, presiona para que se utilicen más químicos. El Gobierno asegura que hay que reducirlos pero al mismo tiempo este país necesita producir alimentos masivamente: China sólo dispone del 7% de la superficie terrestre para dar de comer a un cuarto de la población mundial.
Este viernes a las 21:00, Hora 25 Global repasa el impacto de la contaminación atmosférica sobre las grandes urbes: Ciudades contaminadas