Se mantienen las manifestaciones en Marruecos pese al anuncio de reformas del rey
Se mantiene la convocatoria masiva de manifestaciones por todo el país para el próximo 20 de marzo
Los jóvenes del Movimiento del 20 de febrero mantienen la convocatoria masiva de manifestaciones por todo el país para el próximo 20 de marzo a pesar del discurso que pronunció este miércoles Mohamed VI en el que prometió someter a referéndum una profunda reforma de la actual Constitución.
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"El discurso no ha cambiado nada, nos vamos a seguir manifestando el próximo día 20 con las mismas reivindicaciones", sostiene Oussama El Khlifi, uno de los jóvenes que inició en Facebook el Movimiento del 20 de febrero, instigador de las movilizaciones de protesta de las últimas semanas en Marruecos. Khlifi asegura incluso que el próximo domingo 20, "saldrá más gente a la calle que en febrero".
Este miércoles, Mohamed VI movió ficha antes estas protestas con un discurso dirigido a la nación en el que prometió someter a referéndum una profunda reforma de la actual Constitución, que data de 1996, cuando todavía reinaba su padre Hassan II. Con la excusa de necesitar cambios para poder llevar a cabo el proceso de regionalización, el monarca "ha querido aprovechar la ocasión para anunciar una reforma global de la constitución marroquí que se centre en la separación de poderes, en la garantía de libertades colectivas e individuales y en la protección de los derechos humanos", según ha asegurado esta mañana en rueda de prensa Omar Azziman, presidente de la Comisión Consultativa para la Regionalización (CCR) y antiguo embajador marroquí en España.
Mohamed VI aseguró en su alocución estar dispuesto a no nombrar a dedo al primer ministro - como realiza hasta ahora- y a otorgarle a éste la "total responsabilidad del Gobierno". Además, afirma que con estas reformas tratará de "erigir en poder independiente a la justicia" y ceder al Parlamento "funciones de representación, legislación y control". Todo con el deseo de consolidar "el principio de separación y equilibrio de poderes". Además, el monarca encargó a una comisión presidida por el experto en derecho constitucional Abdelatif Mennouni el estudio de estas posibles reformas para en junio celebrar el referéndum. "La comisión ha sido designada y no elegida. Para realizar una constitución democrática debemos elegir esta comisión, que incluirá a todos los partidos políticos, a ONG y por qué no a jóvenes miembros del Movimiento del 20 de febrero", se queja Nizar Bennamate, miembro del grupo convocante de las manifestaciones. En respuesta a esta demanda, Mennouni asegura que la reforma se llevará a cabo en "comunión con los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil y de la juventud, los actores asociativos y científicos".
Se trata de un discurso completamente innovador que, sin embargo, no termina de convencer a ciertos ámbitos de la sociedad civil. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) reconoce la positividad de la iniciativa, pero se queja de que aún quedan pendientes muchas cosas. "No se aborda la cuestión de la santidad del rey", afirma Khadiya Ryadi, presidenta de la AMDH, por lo que el monarca sigue siendo "el comendador de todos los creyentes". En la opinión de Ryadi, "esto puede anular todos los avances". Para ella, debe derogarse completamente el artículo 19 de la actual Constitución, que santifica al rey; si no, "todos estos cambios no servirán para nada". De la misma opinión es Ali Anouzla, periodista, fundador y director del portal web independiente Lakome.com, que subraya que el hecho de que Mohamed VI siga siendo el líder religioso de todos los marroquíes "le confiere poderes absolutos y la imposibilidad de criticarle, de cuestionarle". Para Anouzla, el rey debe también renunciar a esta posición, para que Marruecos no siga viviendo "una monarquía absoluta". Durante el discurso de ayer, el soberano no hizo referencia a este aspecto, o a "la palabra mágica que todo el mundo esperaba", en palabras de Anouzla, "que es la monarquía parlamentaria".
En el otro lado, en el del apoyo al discurso, se encuentran los partidos políticos presentes en el Parlamento, quienes ya se han pronunciado al respecto. "Es el inicio de una nueva etapa de modernización y rehabilitación de las estructuras del Estado", ha afirmado el primer ministro y secretario general del partido conversador Istiqlal, Abbas El Fassi. Todos los partidos coinciden en que es una iniciativa "histórica", aunque es el Partido Socialista Democrático quien afirma incluso que "ha sido un discurso más ambicioso que las reivindicaciones de reforma expresadas por el conjunto de las sensibilidades nacionales", según su secretario general Zhor Chekkafi.
El conjunto de estas organizaciones políticas aplaude así la iniciativa del monarca alauí además de asumir su compromiso en este proceso que "establece una hoja de ruta de un Marruecos nuevo, fuerte en su identidad y abierto a un futuro democrático", sostiene Abdelila Bekirane, líder del islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD). Una hoja de ruta que en opinión del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), ganador de las últimas elecciones municipales marroquíes, "vislumbra nuevos horizontes en la edificación del Estado democrático moderno, situando al ciudadano en el corazón de esta dinámica", según reza un comunicado del partido.
Marruecos se mueve. A nivel político, económico y social. Rey y Gobierno mueven ficha para evitar posibles contagios, al menos a un nivel tan alto, del resto de revoluciones árabes. Sin embargo, los jóvenes del Movimiento del 20 de febrero y las asociaciones que lo apoyan no dan marcha atrás. Quieren más. Y sobre todo quieren hechos y no palabras.
Proyecto de regionalización
El motivo que ha aprovechado Mohamed VI para anunciar estas reformas se centra en los cambios que necesita la Carta Magna para poner en marcha el proyecto de regionalización que el año pasado anunció el monarca alauí. Tras un año de trabajos de la CCR, este jueves se ha presentado el informe de conclusiones. En él, destacan temas como la composición de Marruecos en 12 regiones, incluyendo dos en los territorios del Sáhara Occidental. Precisamente estas zonas, las bautizadas en Marruecos como "provincias del Sur", serán las primeras en experimentar este proceso, siempre y cuando "el plan de autonomía no llegue antes de que se implante la regionalización avanzada", afirma Omar Azziman. En el caso de que se retrasase el acuerdo del plan de autonomía, pendiente también de negociaciones con Naciones Unidas, la regionalización sería "una etapa transitoria", concluye Azziman.
Este nuevo modelo de Estado le otorgará mayores poderes ejecutivos a los presidentes de los Consejos Regionales, nueva figura política creada en detrimento de los "walis" o gobernadores que, según Azziman, "no desaparecerán" pero desempeñarán otras funciones. Además, el informe deja claro el compromiso del Gobierno en potenciar el papel de la mujer en las instituciones regionales, cuyo objetivo es garantizar su acceso "al tercio de las funciones electivas, a los despachos y a otras instancias de los consejos de las colectividades territoriales", según se puede leer en el informe. En él se echa en falta, por ejemplo, la posibilidad o no de crear partidos regionales, sobre todo en el Sáhara Occidental. Para Azziman es "todavía demasiado pronto" para saber eso, porque este proceso acaba de nacer y que éste es un aspecto que tendrá que discutir la comisión encargada de la elaboración de las propuestas para las reformas de la Constitución.