La empresa Tokyo Electric Power (TEPCO) ha asegurado este lunes que la situación de emergencia ha finalizado en los reactores 1 y 2 de la central nuclear de Fukushima (noreste de Japón), que sufrieron problemas de refrigeración tras el seísmo del viernes. Los problemas continúan en el reactor 3, después de que este lunes se produjera una explosión por hidrógeno en su recipiente secundario de contención que, según TEPCO, no causó daños en el reactor ni produjo una fuga masiva de radiactividad. Una explosión por combustión de hidrógeno se ha producido este lunes en el reactor número 3 de la planta nuclear de Fukushima (noreste de Japón) tres días después del grave seísmo de nueve grados. Al menos 11 personas han resultado heridas. Las imágenes de la televisión local mostraron humo blanco saliendo de las instalaciones. El canal NHK indicó que el estallido ocurrió sobre las 11.00 hora local (2.00 GMT) y derribó una de las paredes del edificio que alberga al reactor. Al menos 11 trabajadores han resultado heridos en la explosión de hidrógeno. En una comparecencia de prensa ofrecida tras la explosión, el jefe de Gabinete, Yukio Edano, ha asegurado que no hay daños en los contenedores del reactor y que el núcleo del mismo permanece «intacto», por lo que ha descartado una eventual fuga masiva de radiación. Por su parte, la Agencia de Seguridad Nuclear ha instado a permanecer en el interior de los edificios a las personas que viven a menos de 20 kilómetros de la central. Se calcula que unos 600 vecinos están a la espera de ser evacuados Es la segunda explosión registrada desde el sábado en la planta de Fukushima, donde hace menos de 48 horas reventó parte del contenedor secundario que protege al reactor número 1, también por acumulación de hidrógeno. Ayer, el portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, admitió la posibilidad de que se produjera un estallido en el recipiente secundario de contención del reactor 3 por la acumulación de hidrógeno, aunque aseguró que no causaría daños graves. Poco antes de que se produjera la segunda explosión, el primer ministro japonés, Naoto Kan, señaló que la situación en la planta de Fukushima era todavía «alarmante».