Internacional

Los japoneses temen, entre las continuas réplicas, otro terremoto de más de 7 grados

La enviada especial de la SER a Japón, Ana Fuentes, recorre la zona devastada por el tsunami

Una fila de residentes de la localidad de Kagamiishi (Japón), espera para entrar a un supermercado que no está muy abastecido, tras el terremoto y posterior tsunami del viernes, el mayor de la historia de Japón(EFE/HANNIBAL HANSCHKE)

"Cada diez minutos el suelo vibra un poco en Japón", según informa la enviada especial de la Cadena SER a Japón, Ana Fuentes. "La sensación es como si a uno le bajase la tensión y el temblor de esta lunes ha sido realmente fuerte", dice al referirse a la nueva réplica de 6,2 grados que le ha sorprendido en el hotel. Los japoneses temen que alguna de las réplicas se convierta en otro seísmo de más de 7 grados.

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Son muchos los frentes abiertos para las autoridades japonesas. Entre los desplazados por el terremoto, el tsunami y la alerta nuclear suman medio millón de personas, según la agencia Kyodo. En el norte escasea el agua y la comida, y tardan horas en llenar el depósito de los coches. Quieren huir al sur, donde creen que si hay una catástrofe nuclear estarán a salvo. Pero muchos se han quedado en tierra bloqueados porque tampoco se puede viajar en tren y los cortes eléctricos son constantes y las líneas telefónicas tampoco funcionan. Hacia el norte es también muy difícil circular, informa la enviada especial de la SER, Ana Fuentes. Hemos visto sacar del puerto a los barcos como juguetes rotos. En un centro de refugiados, reciben dos litros de agua y tres vasos del sopa al día. La mayoría son ancianos que este lunes han visto por primera vez las imágenes por televisión, creían que ellos eran los únicos afectados.

La enviada especial ha recorrido la zona devastada por el tsunami del pasado viernes 11 de marzo. Ana Fuentes ha hablado con testigos y supervivientes de la ola que siguió al terremoto, quienes relatan cómo el puerto se vació antes de que el agua penetrara hasta 6 kilómetros hacia el interior.

"La gente vaga con lo que tiene (sudaderas, mantas, ...) por lo que pudiera pasar", ha relatado Ana Fuentes. "Los altavoces instalados en muchas ciudades avisan a la población de la ayuda o por la alerta de tsunami". Temen que las réplicas del terremoto vayan a más y se produzca otro seísmo de más de 7 grados en la escala de Richter.

"Están muy intranquilos y preocupados", ha apuntado la enviada especial de la SER, algo que choca "en un país en el que todo es muy ordenado". "No saben que está pasando y la gente se pregunta por qué se pone un perímetro de control en las centrales si no hay peligro como dice el Gobierno". La población está muy pendiente de Fukushima, a pesar de los mensajes de tranquilidad de las autoridades.

"La tierra no deja de temblar"

"Temen que se produzca otro seísmo de más de 7 grados"