El emperador Akihito de Japón pidió este miércoles calma a los japoneses, en su primer mensaje televisado tras el grave seísmo del viernes. Se mostró «profundamente preocupado» por la situación que vive su país y aseguró que esta crisis «no tiene precedentes a esta escala». A través de la cadena de televisión pública NHK, Akihito, visiblemente apesadumbrado, dijo al pueblo nipón que reza por el bienestar del máximo número de supervivientes posible tras el desastre. Akihito se mostró «profundamente preocupado» por la situación que vive su país y aseguró que esta crisis era imprevisible y «no tiene precedentes a esta escala». Este es el primer mensaje televisado del emperador, de 77 años, desde que el viernes se produjo un grave terremoto en el nordeste de Japón, que ha causado más de 11.500 fallecidos o desaparecidos. Es muy poco frecuente que el monarca se pronuncie públicamente sobre cualquier asunto. «Un terremoto de 9 grados nunca había pasado en Japón. No sabemos todavía el número de víctimas, pero rezo para que se salve el mayor número posible», dijo la cabeza del Trono del Crisantemo, la dinastía reinante más antigua del mundo. Pide que el pueblo no se dé por vencido El emperador pidió también al pueblo nipón que no se dé por vencido en este momento de crisis, al tiempo que agradeció las numerosas muestras de solidaridad llegadas de todo el mundo e instó a sus compatriotas a mantener la calma. «Espero, sinceramente, que el pueblo podrá superar este momento desafortunado cuidándose los unos a los otros», dijo el monarca en el mensaje televisado que fue facilitado por la Casa Imperial nipona. Akihito, a quien recientemente se le diagnosticó una arteriosclerosis coronaria, lleva 22 años al frente del Trono del Crisantemo, tras el fallecimiento en 1989 de su padre, Hirohito, último testigo de la II Guerra Mundial.