Siria acepta la dimisión del Gobierno aunque seguirá en funciones hasta formarse el nuevo
Está previsto que el mandatario se dirija a la nación este martes para anunciar la abolición de las leyes de emergencia después de dos semanas de protestas en favor de la democracia
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha aceptado la dimisión del Gobierno del primer ministro, Mohamed Naji Otri, pero le ha encargado que siga dirigiendo los asuntos del país, que registra las peores protestas antigubernamentales desde que llegó al poder en 2000, hasta que se forme un nuevo gabinete.
"El presidente Bashar al Assad acepta la renuncia del Gobierno presidido por Mohamed Naji Otri", reza el escueto comunicado de la agencia oficial SANA, precisando que el mandatario "ha encargado al Gobierno dimisionario que dirija los asuntos hasta que se forme el nuevo Ejecutivo".
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El anuncio se produce mientras se espera que Al Assad hable a la nación, después de que este pasado lunes, el vicepresidente, Faruq al Shara, adelantara que haría anuncios importantes. Se baraja que el presidente levante el estado de emergencia, en vigor desde 1963. En todo caso, en Siria el Gobierno carece de mucha autoridad, ya que el poder lo detenta básicamente Al Assad, su familia y el aparato de seguridad.
Entretanto decenas de miles de sirios están participando este martes en concentraciones a favor del Gobierno. La televisión estatal siria ha mostrado a personas manifestándose en Damasco, Alepo y Hasaka, enarbolando imágenes de Al Assad y gritando "Dios, Siria, Bashar". Según la agencia oficial, SANA, serían "millones" las personas que se han echado a las calles en todo el país "en fidelidad a la patria, en afirmación de la unidad nacional, de la seguridad y la estabilidad del país y en apoyo a la reforma global anunciada por el presidente".
En estas protestas han muerto unas 130 personas, según cálculos de activistas de la oposición, aunque, según el Gobierno, las víctimas mortales son una treintena. Los grupos opositores acusan a las fuerzas de seguridad de ser responsables de esta represión, pero el Gobierno sostiene que los disturbios fueron causados por "bandas armadas" y radicales islámicos.