Siria anuncia reformas "inmediatas" que para la oposición son insuficientes
Los disidentes convocan manifestaciones en todo el país a través de Facebook y Twitter para el viernes tras el rezo del mediodía
Manifestantes en los alrededores de la mezquita Omari en Deraa, al sur de Siria
Es la respuesta precipitada del régimen sirio ante las manifestaciones convocadas para el viernes en todo el país, el presidente Bachir al Assad, al mando del partido Baath, que dirige el país desde 1963, estudia ahora las "demandas legítimas" del pueblo.
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Buzeina Shaaban, consejera de la Presidencia , leyó once medidas generales y políticas, un cambio radical de estrategia que aboga por una nueva ley de partidos, garantice la libertad de expresión para los medios de comunicación y estudie la anulación de la Ley de Emergencia que existe en el país desde hace 48 años: "Acabar con el sistema basado en la Ley de Emergencia con la mayor rapidez posible, promulgando otras leyes que garanticen la seguridad del país y de los ciudadanos. El establecimiento del Estado de Derecho, prohibir las detenciones arbitrarias y poner la ley al servicio de los ciudadanos lo más rápido posible".
Buenas intenciones, mejores deseos, que han sido rechazados en bloque por la oposición que, tanto desde el interior como en el exilio, aseguran que el presidente Bachir al Assad ha fracasado al anunciar estas medidas inmediatas, tan lejanas de las demandas crecientes de los manifestantes.
La oposición siria, disidentes en el interior y en el exilio, ha tardado sólo unos minutos en rechazar de forma tajante la creación de un comité que investigue las al menos 40 muertes de Deraa, en el sur del país. Han dicho que el presidente sirio ha fracasado en el anuncio de medidas inmediatas que quedan muy lejos de las crecientes demandas del pueblo en las que la liberación de los presos políticos es una prioridad. Y han aprovechado para denunciar la detención ayer del activista Mazen Darwish, director del Centro sirio para la Libertad de Expresión.
El proceso del cambio, con las dificultades propias de Siria, como ha ocurrido en cada país árabe donde se han producido revueltas desde principios de 2011, está en marcha. Repitan o no los mismos errores los autoritarios dirigentes de esta región, lo cierto es que tienen poco margen de maniobra tras décadas acostumbrados a imponer su voluntad sin reparos.
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