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La Policía descarta "amenazas específicas" ante la Boda Real del príncipe William y Kate

Scotland Yard pide la colaboración de los ciudadanos si ven algo sospechoso en el día del enlace

La Policía Metropolitana de Londres aseguró este martes que informaciones manejadas por los Servicios de Inteligencia británicos descartan "amenazas específicas" ante la Boda Real que el próximo viernes unirá en matrimonio al Príncipe Guillermo con su prometida, Kate Middleton. Sin embargo, los responsables de seguridad reconocen que sería un "error" no considerar la posibilidad de protestas "espontáneas" y prometieron "contundencia" ante cualquier intento de interrumpir una jornada que describieron como de "celebración".

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En una comparecencia para dar a conocer los últimos detalles de un dispositivo que calificaron de "meticulosamente preparado", la asistente del comisario de Scotland Yard, Lynne Owens, reconoció que tan importante como la acción de los agentes será la colaboración ciudadana y, por ello, apeló a los miles de testigos que se prevé se congreguen a lo largo del recorrido del cortejo a poner "vista y oídos".

Así, a pesar de un despliegue de en torno a unos 5.000 agentes, tanto de uniforme como de incógnito, que se encargarán de garantizar un evento "feliz y seguro", Owens pidió a los asistentes que comuniquen de manera inmediata a la Policía "si ven algo entre la multitud que pueda resultar sospechoso".

Al respecto, la responsable de supervisar la operación, la comandante de la Policía Metropolitana Christine Jones ha reiterado que los oficiales tienen orden de ofrecer una "respuesta contundente, decisiva y proporcionada" ante cualquier intento de dificultar el normal desarrollo de la jornada, para la que se espera una audiencia récord superior a los 2.000 millones de espectadores en todo el mundo.

Protestas espontáneas

Consciente de la atracción de este factor para "protestas espontáneas", los responsables de seguridad han prohibido la presencia de más de medio centenar de individuos considerados un riesgo potencial. Entre ellos figuran algunos de los detenidos en las recientes revueltas estudiantiles y de los sindicatos en la capital británica, ambas saldadas con decenas de arrestos cuyas condiciones de fianza establecían específicamente su ausencia durante el recorrido real del enlace de este viernes, 29 de abril.

Con todo, en las próximas horas se esperan más arrestos, mientras continúan las negociaciones con diversos grupos que han expresado su determinación de organizar protestas aprovechando la celebración de una boda que ha llevado al Gobierno británico a declarar la jornada como día festivo.

Entre ellos figura Musulmanes contra las Cruzadas, un pequeño grupo al que se ha negado ya el permiso para promover acciones en el exterior de la Abadía de Westminster en la que se celebrará el enlace a partir de las 11.00 horas, hora local (una hora más en horario peninsular). La organización aspira a lograr un emplazamiento alternativo, una posibilidad que desencadenaría reacciones de asociaciones como la denominada Liga de la Defensa Inglesa, ultranacionalistas que amenazan con contraprotestas de ver concesiones para los otros.

Competencias y previsiones

En este sentido, la Policía tiene competencias para prohibir acciones masivas en la ruta principal por la que circulará el cortejo, pero no cuenta con capacidad de maniobra cuando se trata de aquéllas de carácter estático que se desarrollen en los aledaños de un itinerario que arrancará, una vez oficializado el matrimonio, de la Abadía de Westminster y que concluirá en el Palacio de Buckingham con el saludo de la pareja y sus familiares directos desde el balcón principal.

El dispositivo policial está coordinado con el Ejército, puesto que se trata de una ocasión considerada parcialmente de Estado, en la que, además de la Familia Real británica, se espera la presencia de hasta 50 jefes de Estado, 46 representantes de monarquías extranjeras, miembros del Gobierno británico y de la oposición, así como diversas personalidades de la sociedad civil y celebridades.

La Abadía de Westminster cierra sus puertas para preparar la boda

La Abadía de Westminster cerrará sus puertas al público a partir de este miércoles, 48 horas antes de la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, para instalar las cámaras de televisión y establecer una zona de seguridad.

La pequeña abadía frente al Parlamento, uno de los lugares más visitados por los turistas en Londres, fue elegida por la pareja con el objetivo de que la ceremonia tuviera un perfil más bajo que la celebrada hace 30 años entre el príncipe Carlos y la fallecida Diana Spencer, los padres del novio, en la catedral de St Paul.

Antes del cierre temporal del templo, el reverendo Martin Hume ha pedido este martes a los últimos turistas que lo visitaron que le acompañaran en un momento de reflexión y de rezo, en el que dedicó sus oraciones a la futura pareja real.

 
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