'Guerra religiosa' en la selva ecuatoriana
El gobierno de Ecuador se harta de una "secta fundamentalista" católica que ha enturbiado la vida de Sucumbíos
El gobierno de Ecuador apoya la rebelión de los católicos de Sucumbíos contra una orden ultraconservadora , Los Heraldos del Evangelio, enviada por el vaticano para echar a un grupo de carmelitas descalzos españoles que llevaban 40 años desarrollando proyectos sociales en la zona.
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Un carmelita originario de Burgos, que hace 40 años llegó a Ecuador para trabajar en la región de Sucumbíos y que es hoy un obispo de 77 años, ha puesto en jaque a la conferencia episcopal ecuatoriana y al Vaticano con un ayuno que supera ya los 12 días en una céntrica plaza de Quito. Monseñor Gonzalo López Marañon quiere pedir así una reconcialiciación entre los habitantes de la zona porque el amazonas ecuatoriano vive una particular guerra entre facciones de la Iglesia Católica.
De hecho se han registrado enfrentamientos violentos en la catedral de esta región donde el pasado 22 de mayo tuvo que intervenir la policía para frenar el ataque de partidarios de los Heraldos del Evangelio contra sacerdotes y seguidores de los Carmelitas Descalzos.
Monseñor Gonzalo López Marañón, Obispo Emérito de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, cumple su trigésimo día de ayuno y oración por la reconciliación de la provincia de Sucumbíos. Y es que la situación se ha tensado hasta tal punto desde que los Heraldos se convirtieron en administradores del vicariato en octubre del pasado año que el ACNUR y algunas ONGs han decidido abandonar la zona debido a las presiones de esta orden enviada por el Vaticano. En Sucumbíos cohabitan 17 comunidades religiosas pero no ha sido hasta la irrupción de los Heraldos cuando han saltado las chispas y más después de que los ultraconservadores comenzaran a cerrar los proyectos sociales de los Carmelitas y los acabaran echando "acusados de terroristas, de curas socialistas".
El Obispo que lleva 13 días en "ayuno" , duerme en una carpa y junto a ella se ha instalado otra que acoge una capilla permanente donde cada día llegan centenares de seguidores. Los médicos esperaban que con 77 años el religioso español pudiera presentar problemas de salud al quinto día pero de momento su salud está bien, estable , pero ha perdido ya más de un kilo de peso a pesar de que sólo ingiere "agua y una cucharada y media de miel disuelta en el agua".
Los Carmelitas, 40 años en la zona
En la provincia de Sucumbíos, fronteriza con Colombia, los carmelitas descalzos se instalaron hace 40 años con López Marañon encabezando la misión. La portavoz del ayuno, María de los Ángeles Vaca ha asegurado a la Cadena Ser que "en 40 años los Carmelitas pusieron en marcha proyectos de salud, educación, de participación ciudadana que han logrado un gran desarrollo para la zona pero desde que llegaron los Heraldos del Evangelio todo está en peligro".
Según la "vocera", los carmelitas descalzos han sido expulsados hace ya semanas de Sucumbíos por parte de los Heraldos bajo todo tipo de acusaciones y "víctimas de muchas injurias", asegura Vacas que añade que " a un grupo de españoles que vinieron hace 40 años y que han dado su vida por Sucumbíos y ahora no se les puede tratar así".
A pesar de numerosas protestas para que los Heraldos salieran de la zona, incluídos más de 140 días de vigilia continua de muchos habitantes de la región amazónina, finalmente ha tenido que tomar cartas en el asunto el propio presidente ecuatoriano que ha tenido que intervenir y desde la Cancillería han enviado una carta a la conferencia Episcopal ecuatoriana pidiendo que los Heraldos dejaran también Sucumbíos lo que se ha producido hace sólo unos días. Rafael Correa ha recordado a la conferencia episcopal Ecuatoriana que es un estado laico y respetuoso con la libertad religiosa y ha rechazado que "se quiera borrar de un plumazo la presencia de los Carmelitas Descalzos en Sucumbíos y entregar el vicariato a los Heraldos del Evangelio", en contra de la opinión de las Comunidades de Base. Correa visitó a Monseñor Gonzalo esta semana y le pidió que dejara el ayuno pero de momento no lo abandona porque todavía siguen las disputas en la zona donde han llegado muchos refugiados desde Colombia y donde Acnur trabajaba diariamente con familias colombianas que ingresan en el Ecuador.
El obispo de origen español espera que la salida de los Heraldos apacigue los ánimos pero su portavoz asegura que la situación sigue tan revuelta que de momento continuará el ayuno para provocar " esa reconciliación".