Medio Ambiente propone etiquetar los vehículos según sus emisiones

El Ministerio ha lanzado además otras propuestas como restringir tráfico en los centros urbanos, modificar el impuesto de circulación y el de hidrocarburos, implantar un peaje urbano y rejuvenecer el parque automovilístico.

Estas medidas se recogen en la propuesta del Plan Nacional de Mejora de Calidad del Aire, que el Departamento que dirige Rosa Aguilar ha publicado en su página web con el fin de incorporar sugerencias y comentarios de los ciudadanos.

Así, una de las medidas consiste en modificar el impuesto de circulación, de competencia municipal, para vincularlo a las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) de los vehículos, en lugar de ligarlo a la cilindrada, como sucede actualmente. También se pretende revisar el Impuesto Especial de Hidrocarburos, con el fin de encontrar un equilibrio razonable entre los coches diésel y los de gasolina, para reducir las emisiones de CO2, de PM (partículas en suspensión) y de NOx (óxido de nitrógeno).Y es que la fiscalidad actual beneficia el consumo de gasóleo frente a la gasolina, ya que el diésel, si bien proporciona un menor consumo y unas menores emisiones de CO2, genera más emisiones de PM y de NOx.

Etiquetas para los vehículos y peajes urbanos.

A estas medidas se suma otra consistente en la creación de Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida (ZUAP) en las ciudades, que entrarían en vigor en 2012, con tráfico limitado en función de un nuevo sistema de etiquetado para los automóviles. Este nuevo sistema de etiquetado prevé seis colores: el color rojo identificaría los coches más contaminantes, esto es, los diésel Euro 0 a Euro 2, los de gasolina de Euro 0 y todos los anteriores a 1992. A medida que los coches sean menos contaminantes, se les etiquetaría con los colores naranja, amarillo, verde con el número 4 ó verde con el número 4+. Estos últimos serían los vehículos eléctricos, híbridos y de gas.

La idea del Ministerio es fomentar la renovación del parque automovilístico en línea con iniciativas como el 2000E o el Prever, favoreciendo especialmente la adquisición de coches híbridos y eléctricos. Otra de las propuestas supone limitar a 80 kilómetros por hora la velocidad máxima en la periferia de las ciudades, si bien el límite podría elevarse a 110 kilómetros por hora en las franjas horarias con menor intensidad circulatoria (a mediodía y por la noche). El Plan plantea además la implantación de un peaje urbano, aunque el mismo informe adelanta que esta iniciativa puede plantear problemas de aceptación pública y política pudiendo ser "muy impopular al percibirse sólo como recaudatoria".