Noche de calma en el Reino Unido tras cuatro días de disturbios
Los líderes locales de Birminghan advierten de posibles conflictos raciales por la muerte de los tres jóvenes de origen asiático en un atropello cuando defendían sus propiedades
El Reino Unido ha vivido una jornada de relativa calma, sin incidentes registrados hasta alrededor de la medianoche, mientras la tensión ha aumentado en la ciudad de Birmingham, después de que tres jóvenes murieran ayer víctimas de los disturbios.
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Los líderes locales de Birminghan advierten de posibles represalias y conflictos raciales por la muerte de los tres jóvenes de origen asiático a causa de la violencia callejera. A pesar de la ausencia de altercados en Birmingham, una ciudad patrullada esta noche por 1.000 policías, los medios británicos insisten en el ambiente de tensión que se respira entre la comunidad musulmana después de la muerte tres de sus miembros. Las víctimas de 20, 30 y 31 años, perecieron la pasada madrugada durante la segunda noche de disturbios en esa ciudad, al "tratar de proteger la propiedades" del barrio, según cuentan testigos del suceso. Los tres jóvenes perdieron la vida al ser atropellados por un vehículo en la zona de Winson Green, en esa ciudad del centro de Inglaterra, sobre las 00.00 horas GMT de la madrugada del miércoles.
La policía ha detenido ya a un hombre de 32 años, al que está interrogando bajo la sospecha de asesinato. Un día más, muchos de los comercios de las ciudades inglesas afectadas por la ola de violencia han vuelto a cerrar antes de tiempo como precaución mientras la policía de Londres recomendó no transitar las zonas conflictivas después del anochecer. Sin embargo, en las calles de la capital británica y del resto de del país, patrulladas por miles de policías, ha reinado la tranquilidad por primera vez tras cuatro jornadas de violencia.
Tanto Gales como Escocía, dos regiones británicas que no se han visto afectadas por la violencia callejera, han enviado parte de sus agentes antidisturbios como apoyo a la policía de las ciudades afectadas. Un total de 1235 personas han sido detenidas a causa de la ola de disturbios y saqueos iniciada el sábado en el barrio de Tottenham. En Londres se detuvo a 805 sospechosos , de los que 251 ya han sido acusados formalmente. Además, se practicaron 113 detenciones en la zona de Manchester, 50 en Liverpool y 163 en West Midlands, 109 de ellas en Birmingham.
La ministra británica de Interior, Theresa May, ha ordenado la suspensión de los permisos de todos los agentes para hacer frente a los desórdenes públicos en varias ciudades de Inglaterra. Tres tribunales de Londres han permanecido abiertos esta noche para hacer frente al alto número de personas procesadas en relación con la violencia callejera. El primer ministro británico, David Cameron, aseguró que la actual ola de violencia callejera ha mostrado "lo peor" y "lo mejor" del Reino Unido, en alusión a los "delincuentes" que la provocan y quienes se han unido en su contra. "No permitiremos que una cultura del miedo prevalezca en nuestras calles", ha apuntado el "premier", que resaltó la mejoría de la situación en Londres constatada anoche y la achacó a que "necesitábamos una respuesta y hemos respondido con firmeza".
Por segundo día consecutivo, Cameron presidió en Downing Street una reunión de su Gabinete de crisis para tratar la respuesta a la ola de violencia callejera. David Cameron reveló que la policía podría utilizar métodos más contundentes como cañones de agua o balas de goma para dispersar a los causantes de los disturbios, que desde Londres se extendieron en los últimos días a ciudades como Manchester, Liverpool o Birmingham. "Hay cosas que realmente no funcionan en nuestra sociedad" reconoció el primer ministro, que al ser preguntado si la respuesta de las autoridades ha sido lenta a unos disturbios iniciados el sábado en Londres, indicó que lo sucedido plantea "un reto nuevo". Este jueves, el Parlamento británico celebrará un sesión extraordinaria, convocado en mitad de su receso estival, para tratar la grave situación de violencia incontrolada que afectado a varias ciudades inglesas.
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