La visita relámpago de Sarkozy y Cameron a Libia termina con un baño de multitudes
Antes de finalizar el viaje, los dos líderes han sido aclamados como héroes por la multitud en Bengasi
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, principales impulsores de la intervención de la OTAN en Libia, han sellado este jueves en Trípoli, en una repentina visita, su compromiso a seguir apoyando a la máxima autoridad rebelde libia.
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David Cameron ha felicitado a los libios, mientras el presidente francés les ha pedido que construyan una Libia "unida, sin divisiones" y ha evocado la necesidad de iniciar una reconciliación nacional evitando las venganzas. "Pueblo de Libia, habéis mostrado vuestro valor y ahora tenéis que mostrar el valor del perdón y de la reconciliación", ha exclamado Sarkozy en la Plaza de la Libertad de Bengasi. Por su parte, el Reino Unido ha anunciado el envío de un equipo de asesores militares para aconsejar al CNT y se ha comprometido a devolver a Libia parte de los bienes del antiguo régimen que están congelados.
Entrevistas con miembros del CNT
En la primera visita de un jefe de Gobierno o de Estado a Libia, organizada en medio de estrictas medidas de seguridad y rodeada de un ambiente de manifiesta euforia, ambos líderes han recibido también las alabanzas de los dirigentes políticos del CNT por su implicación en el conflicto armado libio. "La victoria nunca habría sido posible sin la ayuda de los aliados y especialmente de Francia y el Reino Unido", ha declarado en una rueda de prensa conjunta el presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), Mustafa Abdulyalil, quien ha asegurado que la ayuda responde únicamente a razones humanitarias.
Sarkozy ha aprovechado la ocasión para negar categóricamente la existencia de agendas o acuerdos secretos en Libia, en referencia a un supuesto pacto entre París y Bengasi para la explotación del 35% del crudo libio.
El conflicto aún no ha terminado
Más allá de mostrar la satisfacción por el triunfo de la revolución y por los "rápidos progresos" realizados por las autoridades libias, tanto el CNT como ambos líderes europeos han insistido en que todavía queda mucho por hacer. Muamar al Gadafi "tiene que ser detenido" ha expresado Sarkozy. Asimismo, el presidente francés ha advertido de que todos los que "han cometido crímenes" tendrán que someterse a la justicia. En este sentido, el ministro de Justicia rebelde, Mohamed al Alagi, ha reconocido que espera que esta visita sirviera para profundizar en la colaboración "para la entrega de criminales".
Por su parte, Cameron ha reconocido que todavía se está "lejos de haber terminado el trabajo" en el combate con las fuerzas gadafistas que aún resisten y ha mostrado su disposición a continuar ayudando al CNT en la búsqueda de Gadafi.
Además, Sarkozy ha subrayado que espera "que Siria pueda también ser un país libre algún día", sin tener que pasar por donde ha pasado el pueblo libio. Sarkozy ha destacado que es importante "que todos los dictadores del mundo entiendan que no habrá un solo lugar en el mundo del siglo XXI en el que puedan gozar de impunidad".
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