¿Aumentar impuestos o copago?
La sanidad y la educación están siendo, hasta el momento, uno de los principales campos de batalla pre-electorales
Son los dos servicios más valorados por los ciudadanos pero además son los que consumen más recursos y presupuesto de las comunidades autónomas. Sólo la sanidad supone más de un tercio del total de los presupuestos autonómicos.
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La mayor partida en sanidad, el 50%, se emplea en liquidar nóminas, el 25% en pagar farmacias extrahospitalarias, y el resto, para materiales y fármacos hospitalarios. En los últimos años el déficit sanitario se ha disparado. Hay pocas cifras, pero un reciente estudio de la consultora 'PwC' de este pasado mes de abril, cifraba el déficit sanitario entre 10.000 y 15.000 millones. Trinidad Jiménez, cuando estaba al frente del ministerio de sanidad en 2010, reconoció un déficit de 8.000 millones de euros.
La caída de la recaudación de las comunidades autónomas, los recortes en los presupuestos han elevado en los últimos meses estos números. Todo ello en un país en el que el Sistema Nacional de Salud ha crecido en los últimos años conforme ha aumentado la población y que además se enfrenta a importantes retos como el envejecimiento de la población. Los expertos dicen que para mantener el sistema es necesario, por lo tanto, aumentar la recaudación. Las dos principales propuestas pasan por crear nuevos impuestos indirectos y establecer el copago.
Aumentar los impuestos indirectos
Hasta este momento los impuestos indirectos apenas han ayudado a sufragar el gasto. Cada año se recauda 1.400 millones de euros por el céntimo sanitario, un impuesto creado en 2002 cedido a las comunidades autónomas y que se aplica sobre el combustible. Pero que, pese a todo, resulta insuficiente.
La propuesta de aumentar los impuestos indirectos sobre el tabaco y el alcohol, como ha asegurado Rubalcaba, no es nueva. La consejera de sanidad andaluza, María Jesús Montero, lo lanzó en el último consejo interterritorial de Sanidad. La propuesta del candidato socialista pasa por incrementar los impuestos sobre el alcohol y el tabaco, excluyendo cerveza y vino. También propone eliminar las exenciones fiscales de las mutuas que el año pasado costaron casi 320 millones de euros.
El copago
Quizás la más impopular. Supone pagar cada vez que se acude al médico, el llamado copago o re-pago para sus detractores que sostienen que se financia dos veces. Sólo unos pocos políticos la han defendido abiertamente, pero la mayoría de políticos de derechas han coqueteado con esta idea. En especial, FAES. La fundación presidida por Aznar y vinculada con el PP se encuentra elaborando un estudio que estudia el copago. Fue encargado por Rajoy pero, al final, ha sido pospuesto hasta después del 20-N.
La mayoría de sus defensores son políticos populares. Uno de los barones territoriales más influyentes del PP, el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, llegó a decir ante Rajoy, en unos desayunos informativos que era muy necesario que los ciudadanos asumiesen el coste de los servicios en sanidad, educación y dependencia. Las declaraciones fueron muy polémicas y obligaron a la dirección del partido a salir al paso. A las pocas horas Valcárcel aseguró que nunca habría de copago. Quien sí avanzó un poco más fue el convergente Artur Mas. El presidente de la Generalitat aseguró que los ciudadanos deberían hacerse corresponsables de determinados servicios públicos vía tarifas.
