El aspirante Gallardón, a la primera línea

Afiliado a Alianza Popular desde los 18 años, Gallardón ha dedicado su vida a la política en Madrid, primero como Presidente de la Comunidad y más tarde como alcalde de la capital. Pero en el Partido Popular todos saben que la mayor ilusión de Gallardón desde hace años es abandonar la política local y pasar a la primera línea nacional.

El alcalde lleva años enviando señales al respecto, y a partir de 2006 dejó bien claro que su intención era formar parte de las listas de 2008, como así se lo hizo saber a Mariano Rajoy. Con lo que el alcalde madrileño no contaba era con la aparición en escena de Esperanza Aguirre. La Presidenta de la Comunidad de Madrid torpedeó sus aspiraciones al dejar claro que ella también quería ser incluida. Rajoy, negándose a elegir entre uno u otro, apostó por la neutralidad: tanto el uno como la otra estaban muy bien donde estaban en ese momento, por lo que quedaban fuera de las listas.

Para Gallardón esto supuso uno de los peores varapalos de su carrera y le llevó a plantearse abandonar la política. Pero el alcalde de Madrid supo recomponerse y decidió seguir adelante, eso sí, dejando de lado sus aspiraciones y volcándose en la alcaldía, sobre todo en la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2016. Se podría decir que Gallardón asumió el dicho "la paciencia es la madre de la ciencia": adoptó el papel de un político fiel a su partido y leal a sus dirigentes, cuyos alardes para ser tenido en cuenta para futuras elecciones legislativas ya no eran realizados de manera grandilocuente, sino con trabajo constante y acatando las reglas.

Su "buen comportamiento", la alta valoración en las encuestas y los resultados conseguidos en las últimas elecciones municipales han llevado a Rajoy a recompensar a Gallardón incluyéndolo como número cuatro de las listas al Congreso. Los analistas políticos ya han lanzado su apuesta: esta es la señal definitiva de que, en caso de que el Partido Popular gane el 20N, Gallardón será ministro.