El Mallorca sufre el reencuentro del Barcelona con su mejor versión

Con un Messi omnipresente y ansioso de volver a la senda del gol, todo el equipo se volcó en surtir a la 'Pulga' de los balones necesarios para acabar con su sequía goleadora y de paso sumar una nueva victoria frente al nuevo Mallorca de Caparrós.

Como ya anticipó el veterano Joaquín Caparrós, poco importa la planificación frente al actual Barcelona. Cuestionado por muchos, aún sirve de poco alentar a los tuyos con una alineación inicial de la que se quedan fuera nombre como Piqué, Puyol, Iniesta o Cesc, y en la que se cuela un desconocido Isaac Cuenca. Que entre en escena un completo desconocido de tan solo 20 años, que la pasada temporada se curtía en el Sabadell, puede suponer un aliciente a tu favor a la hora de visitar el Camp Nou. Pero también puede suceder que todo se trunque si el desparpajo de ese tal Cuenca le lleva a atreverse con todo para acabar adueñándose de la banda derecha del ataque azulgrana.

Cuando ves a ese chico driblar como el más veterano de los extremos, a Messi multiplicarse para aparecer en todas partes y a un ya conocido Thiago controlando el tempo al más puro 'estilo Xavi', tus planteamientos previos empiezan a tambalearse. Y así fue. Una noche más, como ya vaticinase Caparrós, el partido se acabó eternizando para el Mallorca cuando los de Pep se adueñaron del cuero y las jugadas comenzaron a sucederse. Más aún, si en el minuto 14 ves cómo uno de tus hombres comete mano dentro del área y concede a Messi la oportunidad de reencontrarse con el gol quitándose la espina de su fallo frente a Javi Varas.

El comienzo aplastante del Barcelona anuló por completo a un Mallorca que, pese a estar muy bien plantado en el campo, no pudo evitar que un nuevo centro del joven Cuenca fuese cabeceado por Adriano, que dejó el cuero en bandeja a Messi para que el astro argentino hiciese el segundo de su cuenta. Y con el Barça ya se sabe: no hay dos sin tres. En esta ocasión, el argentino aprovechó un preciso centro de Alves para culminar su 'hat-trick', llevarse el balón y completar el final de su 'sequía' goleadora con los tantos que él mismo había pronosticado.

Un control absoluto del cuero y una presión desmesurada, evidenciaban el reencuentro del Barcelona con su mejor versión. Comenzaban a aparecer las alternativas. Keita se atrevía con un disparo lejano, mientras Isaac Cuenca seguía haciendo de las suyas en la banda antes de aprovechar un pase a la espalda de los centrales para driblar a Aouate y ajustar el balón con la izquierda. 4-0 y el descubrimiento de un nuevo talento era el bagaje de un encuentro que acabó por redondear Alves con uno de esos disparos suyos que, como auténticos obuses, en ciertas ocasiones se acaban colando por la escuadra.

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Una nueva 'manita' para olvidar los últimos partidos ante Sevilla y Granada. Tres nuevos goles para demostrar que Messi no ha perdido ni un ápice de su brillantez. Una brillantez que volvió a las botas de los hombres de Pep, que comandados por el inspirado astro argentino demostraron tener una despensa de la que, como por arte de magia, pueden aparecer jugadores con nombres para recordar: : Isaac Cuenca y Gerard Deulofeu.