Más de un millar de dependientes, en riesgo de ser desatendidos por los impagos del Gobierno valenciano

En la Comunitat Valenciana hay doce centros que atienden a enfermos mentales y dependientes y que atienden a unos 1.300 pacientes. Están al límite, la deuda de la generalitat suma 13 millones de euros, acumula facturas pendientes de 2007 y los centros han dejado ya de pagar nóminas, de hecho siguen funcionando, según la patronal AERTE, por la profesionalidad y responsabilidad de estos empleados, que siguen trabajando a pesar de que no cobran.

Esta mañana, la patronal ha presentado por registro de entrada en la Conselleria de Bienestar Social un escrito, en el que preguntan cómo tendrían que tramitar las quiebras de sus negocios, algo que sucederá en breve si la Generalitat no les paga. La patronal argumenta que como asociación empresarial sabe cómo despedir a sus trabajadores, sabe cómo dejar de pagar a proveedores... pero no cómo dejar de atender a 1.300 personas, enfermos mentales y dependientes, que en muchos casos ni siquiera tienen familia que se pueda hacer cargo de ellos, y que están tutelados por la Generalitat.

El cierre de estas residencias supondría también una considerable pérdida de empleos, 700 directos y 400 indirectos. Además, esta misma semana la fiscalía ha abierto un expediente a la conselleria de bienestar social, para investigar la deuda y verificar el desamparo de los enfermos mentales y dependientes tutelados por la Generalitat.