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Análisis:Egipto|Aniversario de la revolución

Los triunfadores de la revolución egipcia

Multitudinaria manifestación en la plaza Tahrir de El Cairo contra la Junta Militar(EFE)

El expresidente norteamericano, Jimmy Carter, en su calidad de 'testigo electoral' denunciaba el pasado 13 de enero desde El Cairo irregularidades en el desarrollo de los comicios al Parlamento egipcio. Carter hablaba de presiones y eslóganes religiosos prohibidos por la Comisión Electoral y de disparidades en la actuación de los jueces pero lo cierto es que el pueblo está con ellos. Los Hermanos Musulmanes han obtenido casi el 50% de los escaños y esto se nota en la calle donde la mayoría aplaude la capacidad de organización que tienen y que vienen demostrando desde el inicio de la revolución.

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"Yo -dice Fátima- estoy esperando a ver lo que hacen. Pero yo creo que los Hermanos Musulmanes entienden la vida política, conocen muy bien el sufrimiento del pueblo egipcio y van a defender nuestras ideas en el Parlamento". Con Hussein también estuvimos hace dos semanas en la plaza Tahrir. "De momento -aseguraba- no nos han hecho nada malo. Son la organización política más organizada y el pueblo los quiere gobernando".

Desde luego nadie puede discutir que es el movimiento islámico más organizado y que como tal actúa solo cuando tiene la pista libre para actuar. Los Hermanos Musulmanes monitorizaron la revolución aunque casi no se les vio. Desde la megafonía que durante casi un mes se instaló en la Plaza de la Liberación hasta las tácticas de guerra que los jóvenes revolucionarios adoptaron sin consulta ni debate desde el inicio de las protestas. Nos lo confesaba hace ahora un año uno de esos jóvenes que instaló su tienda de campaña en la que hoy todos conocen como el escenario de la revolución. "Nosotros no sabemos cómo luchar contra los militares pero ellos nos aconsejan no conquistar más posiciones y atrincherarnos en esta plaza. Dicen que si no estamos perdidos".

Hoy los Hermanos Musulmanes son los protagonistas en la plaza Tahrir. Hoy se les ve, celebran su victoria ante el pueblo egipcio y esconden a quienes durante décadas les asfixiaron los militares. Y con éstos no está la mayoría del pueblo. Tanto los Hermanos musulmanes como los representantes de la Junta Militar niegan cualquier pacto de inmunidad entre ellos pero todo apunta -y así se dice en Egipto- a que mantienen "una especie de pacto tácito que otorga inmunidad a cambio de un gobierno tranquilo". Con Tarek estuvimos en Zamalek, un distrito del centro de El Cairo donde se ubican la mayoría de las embajadas europeas. Nos contaba que resulta chocante ver estrechar las manos a quienes durante años han sido enemigos. Salem más visceral nos decía que no se cree que vayan a abandonar el poder en junio y el mismo Jimmy Carter aseguraba que "los militares egipcios quieren mantener una serie de privilegios cuando culmine el proceso de transición".

Y ésta es la "patata caliente". Está pactado que el traspaso de poder sea en junio pero no parece que vaya a ser todo tan fácil. Hoy mismo la Junta Militar Egipcia ha asegurado en un comunicado coincidiendo con el primer aniversario que se retirarán a sus cuarteles para dedicarse a defender solo "la tierra, el cielo y el mar de Egipto". En las calles de El Cairo se establece una diferencia entre los militares y la Junta Militar pero la conversación siempre acaba igual: "El Ejército -dice Ghada, una joven copta- es y será de Mubarak". De momento añade solo están siendo juzgados los responsables del Ministerio de Interior, pero ¿dónde están los responsables del Ministerio de Defensa que ordenaron disparar en Tahrir?

Los militares tienen incluso su propio candidato presidencial al menos así se reconoce off de record. Se llama Ahmed Shafik y fue nombrado primer ministro de Mubarak cuando empezaron las movilizaciones. La Cadena SER le entrevistó en El Cairo y allí nos aseguraba que Mubarak nunca le ordenó disparar ni infiltrar matones. Durante el encuentro este 'pez gordo' del expresidente egipcio nunca nos negó que hubiese dejado de tener relaciones con los militares e incluso aprovechó para recordar a Mubarak cuando dijo que su gancho electoral era el 'factor seguridad' aprendido en la era Mubarak y que ahora reclaman, por qué no decirlo, muchos de los que le derrocaron.

Y en medio de este escenario los salafistas de Al Nour. También la SER estuvo con ellos. Nunca han querido participar en la política pero tras la caída del dictador egipcio han hecho sus cálculos y han decidido dejar apartados los preceptos más conservadores del Islam que entre otras cosas prohíben la participación en la vida política. Su transformación ha sido rapidísima hasta el punto de que su presidente, Abdel Ghafour, nos adelantaba que, a pesar de no reconocer el Estado de Israel, van a mantener los acuerdos internacionales que Egipto mantiene con las autoridades israelíes. En esto coinciden con los Hermanos Musulmanes que entre otros frentes mantienen con solvencia dos pactos: con Irán e Israel. Los salafistas tienen el 25 % de los escaños y esto sí que ha sido una sorpresa. Son más religiosos que políticos y entre otras cosas van a estudiar la posibilidad de prohibir el bikini y el alcohol en las playas de Egipto. Por cierto, éstos tampoco estaban hace un año en la plaza Tahrir.

Ana Terradillos

Ana Terradillos

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra (1991-1996) y en Ciencias Políticas por la UNED...

 
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