La discapacidad ha dejado de ser un hándicap en Anantapur
La oportunidad de estudiar y la capacidad que los niños ciegos tienen para la música han hecho que la marginalidad se transforme en integración
En el distrito de Anantapur, donde la Fundación Vicente Ferrer desarrolla el grueso de su trabajo hay 63.895 personas registradas con discapacidad, esto es el 1,76% de la población. En las zonas rurales de india, donde vive más del 70% de la población, la discapacidad se deriva de las malas condiciones en las que las mujeres dan a luz, la falta de cuidados prenatales, la malnutrición y las condiciones de trabajo derivadas de la economía agraria. Sus consecuencias son la discriminación, la dependencia y la falta de oportunidades.
La discapacidad física, psíquica, sensorial o intelectual ha dejado de ser un obstáculo para que los más jóvenes de los más de 3.000 pueblos donde trabaja la Fundación, se integren plenamente. Vicente Ferrer lo vio claro hace 35 años, el cambio solo sería posible educándoles. El primer paso fue pedirle a Dasearath que creara la primera escuela de primaria para niños discapacitados. Hoy, este trabajador de la Fundación que dirige el Sector de Personas con Discapacidad, recuerda como en aquella primera escuela solo se matricularon 3 niños y él pensó que era un fracaso. Todo lo contrario pensó el "father" (como se conoce aquí a Vicente Ferrer), cuando le explicó su frustración, "Es un gran éxito, me dijo. Hay que construir 10 escuelas más".
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Fue una visión. Hoy 1.339 niños están matriculados en las 18 escuelas residenciales de educación especial con las que cuenta la Fundación. En ellos estudian primaria y secundaria. Más tarde continúan sus estudios en centros públicos del Gobierno y, el método funciona. Un 95% de sus alumnos estudian bachillerato y un 49% de los que comienzan este itinerario, cursan estudios universitarios.
El círculo se cierra
Obaiah es uno de esos niños que han llegado a la universidad. Hoy tiene 25 años y, este joven con discapacidad visual y física, después de estudiar Literatura Inglesa, vuelve a una escuela de educación especial de la Fundación como profesor. "Como alumno nunca me sentí discapacitado y hoy me siento más preparado que nunca para dar clase a los niños que tienen la misma discapacidad que yo". Este camino de ida y vuelta nunca hubiera sido posible en la única escuela pública para niños discapacitados del Gobierno en Anantapur.
Jordi Folgado, Director General de FVF, nos explica que "La Fundación trabaja para que se puedan cubrir el 3% de empleo público que el Gobierno reserva para personas con discapacidad. Solo si están formadas pueden crear un círculo de influencia que sea transformador a largo plazo"
Una habilidad especial para la música
Obaiah aprendió música mientras estudiaba y eso cambió su vida. Hoy lo hacen también los niños que hemos visitado en una escuela de secundaria para ciegos en Bathalapalli. Descubrimos que, su discapacidad les ha regalado una gran habilidad para la música. Cantar y tocar instrumentos tradicionales no solo les ayuda a desarrollar sus destrezas auditivas sino que, además, les proporciona autoestima y reconocimiento dentro de sus comunidades.
Así suena la banda de la escuela para discapacitados de Bathalapalli
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