Andalucía, el bastión histórico del socialismo

La estampa muestra a Felipe González, Luis Yañez, Alfonso Guerra y Manuel Chaves, entre otros, bajo los pinares sevillanos de Oromana. Es la "foto de la tortilla", tomada en el año 1974, uno de los iconos fundacionales del PSOE y del núcleo de lo que en el Congreso de Suresnes se llamaría el grupo de Sevilla. Andalucía ha sido, desde los orígenes del partido, el gran baluarte del PSOE y el único Gobierno territorial español que no ha conocido la alternancia en sus 30 años de existencia. Desde las primeras elecciones andaluzas, en 1982, ha habido una clara vinculación entre éstas y las elecciones nacionales.

Fue el 23 de mayo de 1982 cuando se celebraron las primeras elecciones al Parlamento de Andalucía, que sería constituido el 21 de junio. Una cita fundamental para medir no sólo el termómetro de la política andaluza, sino también de la política nacional tras la feroz oposición del PSOE. Y así fue. Esas elecciones marcaron el inicio del derrumbamiento de UCD. El partido socialista obtuvo una abrumadora mayoría absoluta de 66 diputados, preludio de lo que ocurriría cinco meses más tarde, en octubre, en el conjunto español. La Reforma Agraria y otros desencuentros con Felipe González terminarían con Rafael Escudero que dimitía en febrero del 84. Su sucesor, José Rodríguez de la Borbolla, cerraría la primera y segunda legislatura, hasta 1992. Las siguientes elecciones andaluzas, celebradas el 22 de junio de 1986, coincidieron por primera vez con las generales, con una nueva mayoría absoluta.

Chaves, en escena hasta el 2009

En 1990 se reforzó la mayoría absoluta con 92 escaños, aunque con más abstención. Manuel Chaves entró en escena. Llegó al gobierno autonómico en plena explosión económica y enfocó su trabajo en la creación de empleo y el consenso con las demás fuerzas políticas.

Las elecciones andaluzas de junio de 1994 consolidaron en Andalucía el proceso de aproximación entre las dos primeras fuerzas políticas: el PP y el PSOE. Fue la única vez en la que el Gobierno autonómico no tuvo apoyo de la mayoría de la Cámara y tuvo que hacer frente a la "pinza" que formaron en la oposición PP e IU. La incapacidad del Ejecutivo de obtener alianzas llevó a Chaves a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, que hizo coincidir con las generales, el 3 de marzo de 1996.

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Javier Arenas aparecía con las encuestas a favor. Pero Andalucía castigó "la pinza". La comunidad volvió a confiar en el PSOE, y los votantes de izquierdas penaron a IU que perdía entonces 84.000 votos. En la legislatura, las discrepancias se hicieron constantes estos años entre Aznar y Chaves en lo relativo a la financiación autonómica. La subida de pensiones no contributivas, por ejemplo, terminó en el Tribunal Constitucional

La legislatura del 2000 fue la del "suelo", con la aparición la ley urbanística de Andalucía (LOUA). Lejos de agotarse, el proyecto socialista de Chaves recuperó la mayoría absoluta en el año 2004, resultado que no obtenía desde las elecciones de 1990. En febrero del 2007 el pueblo andaluz aprueba por Referéndum el nuevo texto estatuario.

Griñán "hereda" la Junta

Chaves revalidó su mayoría en el 2008. Por su parte, el PP-A, con la vuelta de Javier Arenas como candidato, lograba el mejor resultado de su historia con 47 escaños. Pero sin tiempo a completar la legislatura, con los síntomas ahogantes de la deceleración económica, llegó la hora del relevo. José Antonio Griñán 'heredó' la Junta de Andalucía tras la marcha de Manuel Chaves a la Vicepresidencia Tercera del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Pepe, como se le conoce en sus círculos más cercanos, se presentaba a estas elecciones por primera vez como candidato, aunque como secretario general del PSOE-A había sufrido otras dos derrotas: municipales del 22 de mayo y las generales del 20 de noviembre, en las que los populares barrieron consiguiendo las alcaldías de todas las capitales. Javier Arenas ha ganado por primera vez las elecciones autonómicas, pero con 50 parlamentarios se queda bastante lejos de la necesaria mayoría absoluta para gobernar, que se situaba en 55 escaños. Andalucía puede convertirse en el punto de partida de la "reconquista" socialista, como aseguraba Griñán, en pacto con IU.