Paradojas electorales
Una victoria que decepciona y una derrota que trae alegría. Las elecciones arrojan resultados inesperados. El PP no consigue aumentar aún más su gran poder autonómico y el PSOE logra frenar su debacle regional
Las caras de en las sedes de los partidos han dicho esta noche mucho más que las palabras. En Andalucía, rostros de alegría en el PSOE a pesar de la derrota... y en PP tristeza difícil de contener, a pesar de la victoria.
"La izquierda frena al PP en Andalucía"
Los confianza que había depositado el PP de Génova en la vitoria de Arenas era tan grande que el hecho de que haya triunfado en Andalucía por primera vez, resulta insuficiente. Rajoy daba prácticamente por seguro que su amigo Arenas gobernaría en Andalucía logrando para el PP un poder casi hegemónico en España. Los populares casi celebraron por adelantado la victoria andaluza durante su congreso de Sevilla el mes de febrero.
En cambio, las expectativas que tenía el PSOE eran tan escasas, los propios dirigentes socialistas confíaban tan poco en poder gobernar en Andalucía, que no podrían disimular su alegría. Conservar el gobierno andaluz, aunque sea perdiendo 9 escaños y a costa de pactar con IU, da al PSOE una gran inyección de moral.
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En Asturias el PP confiaba también en que su candidata fuera más votada que Cascos para poder conformar un gobierno conservador con ella al frente. Pero tampoco ha sido así. Para entrar en el ejecutivo el PP tendría que ceder ante el Foro.
Los cálculos que hacían en el PSOE prácticamente se dan la vuelta. Sus dirigentes confíaban más en recuperar Asturias que en mantener Andalucía y, de momento, es al revés. Aunque los socialistas no pierden la esperanza aún de gobernar en Asturias gracias al voto emigrante.
La semana pasada en el PP no quería ni hablar de que la posibilidad de que los recortes y la reforma laboral de Rajoy fueran a pasar factura, pero es algo que ahora deben analizar. Los primeros cien días de Gobierno han tenido su peso incluso a pesar de que La Moncloa ha frenado la aprobación de los Presupuestos Generales que traerán muchos más esfuerzos para los ciudadanos. En Ferraz respiran aliviados y confían en que estas elecciones sean el principio del fin de la peor racha que haya vivido jamás el PSOE.
