Moncloa afirma que Rajoy está dando una gran batalla, "a cara de perro", en Europa
Su estrategia es la de aguantar. El que resiste gana. Ese es el estilo del presidente del Gobierno que siempre ha evitado dejarse llevar por la presión
Sus colaboradores cuentan que va a seguir con las reformas y con el saneamiento del sector público y privado. Además, sostienen que está dando una gran batalla, "a cara de perro", en Europa. Aseguran que no está solo.
"El Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer. Estoy absolutamente convencido", dijo el lunes Mariano Rajoy en rueda de prensa en la sede nacional del PP.
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La estrategia del presidente es la de aguantar. El que resiste gana. Ese es su estilo. También cuando estaba en la oposición. Siempre ha evitado dejarse llevar por la presión. Los que le rodean dicen que ante las críticas, aplica paciencia. Y que si sube la prima, templanza... Aunque la cifra supere cada día un nuevo récord y España esté al borde del infarto.
Desde la Moncloa cuentan que el jefe del Ejecutivo sólo vive por y para la economía, que va a seguir con las reformas y acometiendo el "gigantesco" saneamiento del sector público y privado.
Sus colaboradores explican que, aunque no lo vaya contando, está dando una gran batalla, "a cara de perro", en Europa para defender una solución a la liquidez que no castigue a los ciudadanos. Y sostienen que en esa pelea no está solo. Aunque se hace muchas fotos con líderes internacionales y, lo cierto, es que todavía no se han visto los resultados.
El Gobierno está intensificando sus contactos, moviendo hilos. Por eso la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, está este jueves en Washington. Y este miércoles De Guindos se veía con el ministro de finanzas alemán.
Rajoy está preocupado. Los suyos dicen que está convencido de que, al final, España saldrá adelante. Pero también sabe que la situación que espera a los españoles en el futuro va a ser complicada.
De todos modos no va a variar de estrategia. Aunque muchos en el Partido Popular temen que al final los mercados se cierren del todo y, sin la ayuda del Banco Central Europeo, se tenga que acudir al fondo de rescate a la banca. El jefe del Ejecutivo lo descarta rotundamente y cada dos por tres. No contempla ese escenario porque el debate, según los que le rodean, no es si se plantea o no el rescate o no de otro país sino si se rompe o no el euro.
En la Moncloa prefieren ignorar las palabras de Mario Draghi criticando la actuación del Ejecutivo con Bankia, y esperan que la canciller alemana, Angela Merkel, termine por apoyar a España para que sobreviva la moneda única y el proyecto europeo.
Dentro del partido hay dirigentes que consideran que Rajoy ha optado por la fórmula más sencilla: decir que no puede hacer más y esperar a que le ayuden desde fuera.
Pero otros defienden que se han adoptado muchas medidas, algunas incluso muy impopulares, y que el problema no está ya en la toma de decisiones. Piensan que ya no hay más margen interno y que realmente hace falta la Unión Europea para salir de esta coyuntura.
Dentro del Grupo Popular también están intranquilos. Algunos resaltan que ni el Ejecutivo ni nadie tiene "experiencia" que aplicar ante lo que está sucediendo y admiten que la realidad cambia cada día sus planteamientos sin que ellos puedan hacer nada por impedirlo.