El BCE pone el acento en la rebaja de los costes laborales en España
El Banco Central Europeo propone una amplia batería de medidas para aumentar la competitividad reduciendo los costes salariales
Esta es una de las recomendaciones del organismo a los países que están recibiendo ayudas financieras entre los que se encuentra España.
En el caso español el Banco Central Europeo espera una acusada caída de la remuneración por asalariado como consecuencia de los recortes salariales en el sector público y por el impacto de la reforma laboral en el sector privado. Pero aún así considera que es urgente aplicar sustanciales recortes de los costes laborales unitarios sobre todo en los países con alta tasa de paro, con España y Grecia a la cabeza.
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Las recomendaciones del BCE pasan hacer más flexible la fijación de los salarios; disminuir la protección legal del empleo, suprimir la vinculación de los salarios a la evolución de los precios -habitual hasta hace poco en España- reducir los salarios mínimos y permitir la negociación empresarial, por encima de los convenios de sector o provinciales, reconocidos también en España. También recomienda el BCE reducir los márgenes de beneficio excesivos, fundamentalmente en los servicios orientados al mercado interno.
La crisis, responsabilidad de los países de la eurozona
El organismo que preside Mario Draghi insta también a que los gobiernos no pierdan más el tiempo en aplicar las reformas estructurales pendientes y avanzar hacia una unión fiscal. El Banco Central Europeo insiste en los mensajes conocidos: que el nivel de algunas primas de riesgo es inaceptable y ha de afrontarse de manera contundente.
El organismo europeo remarca que los gobiernos deben estar dispuestos a activar el fondo y el mecanismo de rescate, esos a los que España e Italia deben pedir apoyo si quieren que el Banco Central Europeo compre deuda soberana. Pero matiza, como ya hizo Mario Draghi, que los mecanismos para ello se establecerán en las próximas semanas. Respecto a las perspectivas económicas los expertos consultados por el BCE empeoran algo las previsiones. Creen que la economía europea se contraerá en la zona euro un 0,3 por ciento este año, frente al 0,2 por ciento que auguraban en mayo.