Si alguien tiene una familia perfecta que levante la mano... Si la has levantado, deja de leer. Si no lo has hecho, es posible que te guste lo último de Daniel Sánchez Arévalo. El director madrileño pretende con «La gran familia española» provocar en el espectador ganas de reunirse con los suyos: «Es un canto a la familia imperfecta. Un canto a todas esas pequeñas miserias personales que, cuando las aceptas, te hacen mucho más entero y mucho más feliz». El director de «Azuloscurocasinegro», «Gordos» y «Primos» se atreve a juntar en un mismo guión fútbol, familia y fiesta. La historia de «La gran familia española» se centra en una boda que justo se celebra el mismo día en que España juega la final del Mundial de Sudáfrica. La familia tendrá que intentar que la boda llegue a buen puerto y que no pierda protagonismo frente al fútbol. Cuenta Sánchez Arévalo que, mientras rodaban «Primos» en el año 2010, tuvieron que adaptar el plan de rodaje a los partidos de España: «Aunque había gente que no le gustaba el fútbol, todos nos juntábamos delante de la pantalla. La sensación de unión era tan grande que me atrapó. Quería reflejar ese momento de catarsis colectiva en alguna película». Es típico en Sánchez Arévalo coger ideas de sus cortometrajes y desarrollarlas en las películas. «La gran familia española» está insipirada en el corto «Traumatología» del año 2007. Hace menos de una semana que se ha iniciado el rodaje en San Agustín de Guadalix (Madrid), en una finca privada perdida en el campo. En la película, la boda se celebra en la casa familiar. Pero no se trata de una boda cualquiera. La carpa del convite está adornada con banderitas de España y por una gigantesca televisión de plasma, los camareros van en vaqueros y en bambas, y el altar está presidido por la inscripción «Que rule el amor». El novio tiene 18 años y es el menos de cinco hermanos. Los hermanos tienen nombres bíblicos (Adán, Benjamín, Caleb, Daniel y Efraín) en referencia a la película «Siete novias para siete hermanos». En el reparto hay pocas sopresas. Sánchez Arévalo se rodea siempre de gente de confianza. Por eso en esta película, no podían faltar ni Quim Gutiérrez ni Antonio de la Torre, actores que han protagonizado las tres películas del director. Los dos se llevaron un Goya en 2006 por «Azuloscurocasinegro». Quim Gutiérrez al mejor actor revelación y Antonio de la Torre al mejor actor de reparto. En «La gran familia española», son dos de los hermanos con nombres bíblicos. «Mis personajes en Gordos y Primos eran muy parecidos. Este es completamente distinto. Es un tío que no tiene los sentimientos a flor de piel como tenían los otros, que va de duro y de fuerte. Es un tío con dificultad para expresarse», dice Quim Gutiérrez. El personaje de Gutiérrez es el guardador de un gran secreto familiar. Secreto que le hace marcharse dos años al extranjero y volver para la boda. En su partida, deja una novia (Verónica Echegui). El problema es que la novia se consuela con otro de sus hermanos (Miquel Fernández). «Estoy encantada de trabajar con Dani. Si me hubiese llamado para hacer de una maceta lo hubiese aceptado», confiesa entre risas Verónica Echegui. La actriz, que contesta a las preguntas de los periodistas mientras come un plato combinado en un parón del rodaje, confiesa que tiene entre manos un proyecto para dirigir una pequeña obra de teatro: «Tengo curiosidad por ponerme en la piel de los directores para entenderles mejor trabajo con ellos». En esta ocasión, otros de sus actores fijos, Raúl Arévalo, no tiene papel, solo un pequeño cameo como camarero. El rodaje acaba dentro de un mes aproximadamente y la película, que ha contado con un presupuesto de 3 millones de euros, no se estrenará hasta dentro de un año. Aparte de Madrid, se rodarán también algunas tomas en Valencia. Dice Sánchez Arévalo que antes se celebraba el final de un rodaje pero ahora, con semejante panorama económico, hay que celebrar los inicios.